La familia más famosa de España, ‘Los Alcántara’, se han reunido al completo para volver a emocionar con los temas importantes de la vida: discutir, reconciliarse y, si hace falta, bailar un último pasodoble, en el épico final de Cuéntame cómo pasó, una serie con mayúsculas que ha hecho y seguirá haciendo historia.
El final de Cuéntame, como su última temporada, está cargado de simbolismo. Arranca en el mismo contexto histórico en el que se emitió por primera vez la serie, un 13 de septiembre de 2001, al poco de producirse el atentado que provocó la caída de las Torres Gemelas de Nueva York.
Los guionistas no se recrean en el dramatismo del acontecimiento histórico: pronto vemos cómo Carlos y Karina, que volaban ese día desde Nueva York para atender la llamada de la abuela Herminia (y de los seguidores de la serie), están sanos y salvos en Sagrillas, el pueblo albaceteño -de ficción- donde los Alcántara han vuelto recurrentemente a la tierra, a los orígenes, las 23 temporadas.
Se va Herminia, la abuela sabia
Lo que sigue es un emocionante e inolvidable diálogo entre una abuela que se despide de la vida y un nieto que todavía no termina de encontrar su lugar en ella, a los que dan vida la inmensa actriz María Galiano, de casi noventa años, y el talentoso Ricardo Gómez, que llegó a la serie con solo siete.
Más allá de las anécdotas que seguirán marcando el paso al capítulo -la abuela no quiere lutos ni coronas en su despedida, sino baile- el diálogo bajo la encina entre nieto y abuela deja frases memorables y mucha emoción, porque el espectador ya sabe que se trata de su última conversación.
El primer capítulo de esta última temporada comenzó con imágenes del fallecimiento de la abuela Herminia en 2001, y tanto en ese episodio como en los cinco que siguen se ha ido desvelando qué había pasado durante los años anteriores (desde 1996) para que los miembros del clan lleguen tan enfrentados a ese funeral.
El motivo del conflicto no difiere del de cualquier familia: una herencia. Y será a Carlos a quien deje la abuela Hermina la misión de resolverlo; por algo fue apodado por el padre y es conocido como ‘el heredero’.
Carlitos mira a su niñez y escribe esta historia
El menor de los hijos varones Alcántara ha sido también el encargado de narrar Cuéntame a través de la inconfundible voz del actor Carlos Hipólito, y a esa labor hace merecidos guiños el último episodio, desde la abuela –«tú conoces mejor que nadie la historia de esta familia»– hasta los amigos de la infancia que en la secuencia final le sugieren contar la historia del barrio, el ficticio y famoso San Genaro.
«A quien le va a interesar esto», viene a decir Carlos en las últimas palabras del capítulo, que fueron las primeras que escucharon los productores de Ganga cuando intentaron vender la serie a las televisiones -nada menos que durante ocho años- hasta que TVE dio el sí.
Al final del episodio, Cuéntame vuelve a la esencia de lo que ha llevado a esta serie a sembrar tantos seguidores, las relaciones humanas, en este caso, dentro de la familia: el echarse en cara, el buscarse los límites, lo que se dice y lo que se calla, el amor incondicional subyacente y el seguir adelante a pesar de todo.
Cuéntame: protagonistas y secundarios de lujo
La bronca alcanza incluso a los familiares «políticos». Inolvidables los actores que los interpretan y los legendarios secundarios que han pasado por la serie, de Fernando Fernán Gómez o Alicia Hermida, a Blanca Portillo y Verónica Echegui, entre otros casi mil. Por no hablar de Juan Echanove, que no ha estado en las últimas temporadas, pero ha sido fundamental.
El episodio final de Cuéntame acaba con una verbena de pueblo, como no podía ser de otra manera en una serie que ha narrado la esencia e historia reciente de un país llamado España.
Por último deseo de Herminia, los Alcántara dejan su pena y sus rencillas atrás para salir a bailar a la plaza del pueblo, donde se enteran de la buena nueva de que Carlos, a quien está dedicado este episodio, va a dar al clan un nuevo «heredero».
Todo pasa y todo queda. Y Cuéntame está destinado a quedarse como parte de la vida de las millones de personas que lo han visto y comentado a lo largo de más de dos décadas con quienes todavía están, con quienes se han ido o con los que han nacido y se han hecho mayores durante la emisión de la serie. También será parte de quienes aún no la han visto pero se engancharán a ella en las plataformas.
Los Alcántara -y con ellos quienes les han dado vida- serán eternos.