En Venezuela son muchas las mujeres que han decidido hacer de sus talentos o habilidades un proyecto de negocio que les permita lograr su independencia laboral. Sin embargo, el desconocimiento, la ausencia de una visión a largo plazo y la falta de confianza pueden ser elementos que jueguen en contra de quienes deciden abrirse paso por cuenta propia.

Varias expertas en emprendimiento nos revelan las claves adquiridas a través de su experiencia para llevar a cabo un proyecto propio y hacer, así, que se mantenga en el tiempo de manera exitosa.


Emprender para empoderarse
Eloísa Valles, fundadora de Así se Emprende (ASE)


Después de una desafortunada experiencia como emprendedora gastronómica, Eloísa Valles decidió formarse no solo para encarar proyectos futuros con mejor tino, sino también para compartir con otros las claves de sus aprendizajes y crear una comunidad de futuros emprendedores que contaran con la información necesaria para triunfar. De esta manera, nació Así se Emprende, una organización que fomenta la cultura del emprendimiento a través de herramientas, cursos, talleres y mentorías tanto para quienes tienen una idea de negocio y no saben cómo llevarla a cabo como para aquellos que ya inmersos en su emprendimiento desean crecer. Como su comunidad está formada esencialmente por mujeres, Valles conoce de primera mano las vicisitudes y fortalezas de quienes aspiran a establecer su propio negocio: “Más que mujeres, en Venezuela hay un boom del emprendimiento en general, impulsado por la crisis. En muchos casos se trata de proyectos impulsados por la necesidad de buscar un ingreso extra para sobrevivir o mantenerse. El tema de las mujeres emprendedoras es que ahora hay más espacios o iniciativas donde se habla su idioma. Cuando tú encuentras un lugar donde se apoye tu idea, te sientes con más confianza para llevarla a cabo”.
Para ella, entre los desafíos que deben afrontar las mujeres que quieren aterrizar su proyecto de negocio, se encuentran la falta de confianza en su idea o habilidades y en algunos casos, un sentimiento de culpa impulsado por el temor a descuidar otros roles mientras impulsan su emprendimiento. Por eso, ofrece esta lista de consejos para quienes desean animarse a hacer realidad su independencia laboral o para las que ya tienen su proyecto en marcha y desean crecer y mantenerse en el tiempo:
Cultivar la confianza: “Todos tenemos un talento que nos distingue, así como habilidades para impulsar nuestro emprendimiento”.
Sumarse a la lista de prioridades: “A veces no estamos en esa lista y debemos recordarnos que antes que hijas, esposas o madres, somos individuos con derecho a desarrollar todo nuestro potencial”.
Aprender a equilibrar los roles.
Administrar el tiempo: “Planificarte, escribir tus procesos o graficarlos para optimizar tu tiempo”.
Aprender a delegar: “Hay que formar equipos que conecten con tu pasión, que tengan la misma visión que tú”.
Ser constante: “No todos los días estamos motivadas para sacar adelante nuestro emprendimiento. Pero precisamente esos días es cuando hay que ser más disciplinada”.
Tener visión de negocios: “A veces emprendemos motivadas por la necesidad. Hay que visualizarnos como creadoras de imperios, no imaginarnos solo como emprendedoras, sino como empresarias”.
Perder el miedo a los números: “Las primeras que tenemos que conocer y aprender a manejar los números de nuestro negocio somos nosotras. Saber administrar es una habilidad que todas tenemos”.
Tomar decisiones efectivas: “Si bien tenemos la cualidad de considerar todos los escenarios, podemos perder grandes oportunidades por sobreanalizar las cosas. Está bien tener una visión amplia sobre todo lo que puede pasar, pero tenemos que ser capaces de decidir”.
Formación: “La educación debe ser constante porque es el mejor recurso. Cuando tenemos el control de nuestro negocio podemos saber hasta dónde podemos llegar. La educación es la mejor arma para conquistar los espacios que queremos”.
En la web: www.asisemprende.com


Tecnología para emprender

Ileana La Rosa, Aliadas en Cadena

Como directora de Aliadas en Cadena, Ileana La Rosa conoce muy bien las necesidades, habilidades y metas de las mujeres emprendedoras. Su organización tiene más de una década formando a quienes desean establecer su propio proyecto de negocio brindando capacitación técnica y asesoría en aspectos clave como registro de marca, acceso a créditos, manejo de redes sociales y mercadeo de productos. Con sus sedes en Caracas, Barquisimeto, Valencia y Maracaibo, Aliadas en Cadena estimula el crecimiento personal y profesional de mujeres de diferentes estratos sociales, que ven en sus habilidades una forma de empezar un camino propio: “El emprendimiento  es identificar una oportunidad para ofrecer algo a la comunidad. Es sumar tus habilidades con visión. En el proceso del emprendimiento las mujeres no solo quieren cubrir sus necesidades sino también las de su familia, y para ello lo mejor es ofrecer un producto que ofrezca un valor agregado. No es solo vender tortas, es identificar la oportunidad que hay elaborando tortas para la población celíaca, por ejemplo”. Para La Rosa, los consejos para las emprendedoras implican sentir una conexión real con la idea que se desea aterrizar. Cuando hay un vínculo entre la emprendedora y su proyecto, las posibilidades de éxito aumentan, a diferencia de quienes solo se sienten motivados por el interés económico. Esta y otras claves las desglosa en esta lista:

Idea motivadora: “Es muy importante sentir pasión por tu proyecto. Si está motivado solo por la necesidad económica va a ser muy difícil llevarlo adelante a largo plazo”.

Conocer los números de la empresa: “En nuestra experiencia hemos observado que un desconocimiento de la parte financiera del negocio puede llevarlo al fracaso”.

Olfato: “En el emprendimiento no se puede perder dinero, así que hay que saber detectar el nicho al cual está dirigido el negocio”.

Formalizar la empresa: “Cuando se registra la empresa y se trabaja en el marco de la legalidad es más fácil que su sueño se materialice y es la manera adecuada de volverse más competitiva”.

Estandarizar procesos: “Hay que crear una metodología de trabajo. Esto ayuda a ahorrar tiempo y recursos”.

Crear un buen clima laboral: “Es importante crear una relación con el capital humano donde se reconozca el esfuerzo colectivo e individual”.

Delegar: “La emprendedora termina siendo absorbida por las circunstancias actuales y eso le resta tiempo para pensar en su negocio a largo plazo. Es importante tener un equipo de trabajo que la acompañe y la anime a continuar”.

Fortalecer su autoestima: “La independencia económica no solo se logra con dinero sino con autonomía personal. Es un obstáculo de la socialización de género creer que las mujeres tienen un papel de cuidados dentro del hogar. Esto pone por delante una pared al no poder decidir qué es lo que se quiere hacer. Solo con autonomía es posible superarse y lograr las metas deseadas”.

Formación: “Hay que desarrollar capacidades para el emprendimiento y verlo como un proyecto de vida. Hemos visto que a mayor formación educativa la idea de negocio suele establecerse y durar mucho más en el tiempo”.

En la web: www.aliadasencadena.org


Madre en las redes

Vanessa Marcano, fundadora de Pollito Inglés

Después de trabajar en distintas áreas de la comunicación social durante 15 años tanto en empresas privadas como en organizaciones no gubernamentales, Vanessa Marcano empezó, casi sin darse cuenta, su camino al mundo del emprendimiento. La maternidad y la inversión que implica la llevaron a plantearse la posibilidad de crear una red que permitiera el intercambio de artículos de bebé en las redes sociales. Era el año 2009 y la idea comenzó con una cuenta en Twitter que fue llevando de forma paralela a su empleo durante dos años. Pero el éxito de su proyecto y la posibilidad de acrecentarlo gracias a algunos premios de los que se hizo acreedora, le hicieron decidir que ya era el momento de dedicarse enteramente a su idea: “Fuimos finalistas del concurso Ideas en 2011 y luego fuimos seleccionados por Wayra para la aceleración de nuestro emprendimiento y a partir de ahí tomé la decisión de dedicarme a mi empresa. Yo sentía que en Twitter el crecimiento era muy lento, así que en ese momento decidí crear un blog para contar mi experiencia como mamá y abrí un Fan Page en Facebook. Y a partir de ahí, explotó. Luego hicimos la web y las marcas querían aparecer en nuestro proyecto”. Hoy en día, Pollito Inglés es una empresa venezolana con presencia en México, y con miras a posicionarse en el resto de América Latina. Para Marcano, la experiencia le ha dejado algunas claves para compartir con aquellas mujeres que desean aterrizar su idea de negocio:

Innovación: “Uno de los aprendizajes es que hay que innovar constantemente. En Pollito Inglés seguimos con el concepto inicial, pero hemos tenido que hacer cambios en lo interno. Siempre debes estar transformándote”.

Flexibilidad: “Hay que probar cosas sin miedo a fallar, pensando en cómo adaptarse a esos cambios”.

Organización: “En el emprendimiento he encontrado la fórmula para dedicarme a la empresa y diseñar el día de acuerdo con mis necesidades. No es que se trabaje menos, es que puedes trabajar en horarios no convencionales”.

Paciencia: “El emprendimiento no es una panacea. Tienes que producir, llevar las cuentas, las redes. Pero puedes tomar pasos pequeños que se adapten a tus necesidades”.

Validación: “Cuando ya tengas tu producto o servicio debes empezar a probarlo en los círculos más cercanos, y ahí vas viendo la reacción de tus clientes. Si el producto gusta, tal vez sea el momento de abrir una cuenta en redes sociales”.

Resiliencia: “Hay que aprender a vivir con la incertidumbre, estar atento a las medidas que pueden afectar tu negocio sin dejarse abrumar. La incertidumbre forma parte de la vida del emprendedor, pero hay que saber levantarse siempre”.

En la web www.pollitoingles.comCrédito fotografía: Jhovanny Gavidia @gavidiaphotos.


Las lecciones del cacao

María Fernanda Di Giacobbe, fundadora de Cacao de Origen

Como cocinera, artista, chocolatier y emprendedora, para María Fernanda Di Giacobbe la creación es un elemento esencial en su cotidianidad. Sin embargo, hacen falta más que buenas ideas para llevar un proyecto de negocio a puerto seguro, y la experiencia acumulada tanto en sus propios emprendimientos como en aquellos en los que ha impulsado a otras mujeres a superarse a través del chocolate le han dado el respaldo necesario para identificar los obstáculos y las fortalezas que tienen en común aquellas que aspiran a que sus chocolates sean reconocidos como un producto de calidad. Ganadora del Basque Culinary World Prize (premio otorgado a los chefs con ideas transformadoras para la sociedad), Di Giacobbe primero puntualiza en la necesidad de hacer más llano el camino para quienes desean poner en marcha su emprendimiento: “En el caso del cacao, el entusiasmo de nuestras emprendedoras muchas veces es aniquilado por la burocracia, que pone muchos obstáculos a quienes desean fundar pequeños negocios o empresas”. Sin embargo, la chef hace hincapié en las características comunes de las mujeres que asumen la responsabilidad y el reto de aterrizar sus ideas: “En Venezuela, país de fuerte tradición matriarcal, las emprendedoras tienen la sapiencia de la mujer trabajadora que vela por sus hijos y dirige la familia. Ese amor y esos conocimientos la hacen dinámica, creativa, maravillosa, administradora y generadora de riqueza. La mujer emprendedora venezolana es un ejemplo y una luz. Son una energía próspera y generosa que preserva la familia y transforma la sociedad”. Ante el temor y la incertidumbre que pueden evitar la materialización del emprendimiento, la chocolatera recomienda: “Hay que ser atrevidas en ideas, creativas con los productos, amantes del trabajo y absolutamente tercas para cumplir sueños y metas”. Otros consejos que comparte son:

  • Soñar y hacer realidad las ideas.
  • Trabajar diariamente con fe y entusiasmo.
  • Escuchar el corazón y la cabeza.
  • Acompañarse de personas trabajadoras, profesionales y honestas.
  • No esperar a que la situación mejore. Hoy es el momento de comenzar.
  • Amar lo que hacen y por quienes lo hacen.
  • Ser flexible y anticorruptible para mantenerse en el tiempo.


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