Accidente películas Set

«Creí que me moría, imaginé cómo se llevaban mi cuerpo del set». Con esa fuerte declaración, la actriz Isla Fisher describió el accidente que casi le cuesta la vida en el rodaje de la película Nada es lo que parece.

Lamentablemente, Fisher no fue la única intérprete en correr grandes riesgos en filmaciones y en esta nota recordamos otros episodios que pusieron en peligro a actores en el set.

Terror en Amityville y una muerte inesperada

Al promocionar la película de terror de Andrew Douglas, Terror en AmityvilleRyan Reynolds fue consciente de que cualquier situación traumática que experimentaron en el set iba a sonar prefabricada para, precisamente, “vender” el filme con un gancho vinculado a su género. Sin embargo, al momento del estreno del largometraje en el año 2005, el actor de Deadpool tuvo que hacer una salvedad: “Puede parecer que estemos contando estas cosas por una cuestión de marketing, pero realmente sucedieron”. En efecto, el elenco del filme, que incluía los nombres de Melissa George, Chloë Grace Moretz y el recientemente fallecido Philip Baker Hall, pasó momentos poco agradables durante el rodaje. Uno de ellos estuvo ligado a una sorpresiva visita que recibió George cuando estaba filmando una secuencia en un bote.

De repente, tanto ella como el resto del equipo percibieron cómo oficiales de la policía se les acercaban para que interrumpieran la jornada de rodaje, dado que habían encontrado el cuerpo de un pescador en la misma zona. “Estábamos filmando y viene la policía y nos informa que habían hallado a una persona muerta flotando en la superficie cerca de donde nosotros estábamos. Pensé: ‘¡Genial, esto va a hacer que nos sintamos más cómodos filmando esta película’!”, declaró la actriz sobre la remake del largometraje de Stuart Rosenberg de 1979, basada en el libro de Jay Anson.

Por su parte, Reynolds contó otro episodio escalofriante que alteró el humor de todos los que estaban abocados al proyecto. La historia, inspirada en unos asesinatos llevados a cabo por Ronald DeFeo, Jr. a las 3:15 de la madrugada, era tan trágica que perturbó a todos los que estaban recreándola. “Realmente no lo digo por promoción”, ratificó Reynolds en ese momento. “Pero muchas cosas raras pasaron en ese rodaje, muchos integrantes de la producción se despertaban siempre a las 3:15 sin explicación, a la misma hora en la que sucedieron esas atrocidades en la casa. Me parece que era algo inconsciente, uno leía el guion y súbitamente te despertabas a esa hora, supongo que tenía que ver con eso”, sumó el actor.

Michael Imperioli y una aterradora visita al hospital

El actor de Los Soprano vivió una situación desesperante en el rodaje de Buenos muchachos, el clásico de Martin Scorsese en el que interpretó, en un puñado de escenas, al personaje de Spider. En una de ellas, Tommy DeVito (Joe Pesci) le dispara múltiples veces hasta matarlo luego de escuchar un comentario que no le agrada demasiado. En la secuencia, Spider tiene un vaso en su mano que, según lo que pensaba Imperioli, era de utilería. “Todo había sido muy bien coreografiado”, explicó el actor en diálogo con el escritor Glenn Kenny para su libro Made Men: The Story of Goodfellas. “Yo debía caer de espaldas con un vaso, pero la persona encargada de dármelo no tomó el de utilería sino un vaso de vidrio”. Como consecuencia, cuando el actor cayó contra una barra y luego al piso, un corte profundo le abrió la mano y debieron trasladarlo al hospital más cercano. Lejos de encontrar un alivio, la visita a la sala de emergencias empeoró la situación.

Como la memorable escena se había filmado en su totalidad, Imperioli tenía sangre falsa en toda su camisa. Cuando los enfermeros lo vieron llegar, lo trasladaron directamente para ser intervenido por supuestos disparos. “Pensaron que tenía verdaderos agujeros en mi pecho y yo intentaba explicarles que no era así y que necesitaba que me miren la mano. Les decía: ‘Estoy en una película, me acabo de cortar en otra parte’, pero no me creyeron, y tuve que esperar a que me trataran luego”, detalló el actor, que recién estaba dando sus primeros pasos en el mundo del cine. Buenos muchachos era su tercera película y no fue reconocido por el personal médico que creyó que estaba haciendo una broma.

Channing Tatum, entre quemaduras y ataques de pánico

Channing Tatum, ahora toda una estrella de Hollywood, venía de tener su primer gran protagónico en la película romántica Querido John cuando le ofrecieron protagonizar El águila de la legión perdida, dirigida por Kevin Macdonald y basada en el libro de aventuras de Rosemary Sutcliff, The Eagle of the Ninth, publicado en 1954. Se trataba de una oportunidad que Tatum no quiso dejar pasar, porque además tenía un excelente grupo de actores apuntalándolo: Jamie Bell, Donald Sutherland, Mark Strong, Tahar Rahim, y Denis O’Hare. De todas formas, nadie está exento de los imprevistos en un rodaje y Tatum sufrió un accidente en un descanso del mismo.

En una charla con Howard Stern en su popular programa radial, el actor contó que, al filmar en bajas temperaturas en Escocia, el equipo implementó un sistema para prevenir casos de hipotermia: que asistentes de los actores arrojaran agua caliente dentro de sus pantalones. Para Tatum, el remedio fue peor que la enfermedad. “Tengo entendido que te estabas congelando y que alguien te dio una taza con agua caliente pero que uses, pero que no te advirtió que estaba hirviendo”, quiso saber Stern. “Sí, fue así”, confirmó el actor. “Empecé a hiperventilar y a gritar”, añadió y aseguró que no culpa al asistente. “Pobre hombre, estuvo 13 horas subiendo y bajando de una colina con una enorme botella de agua que se hervía en otro lugar para mantenerme caliente todo el día”.

De acuerdo al testimonio del actor, se quemó sus partes íntimas y tuvo un ataque de pánico. “¿Viste cuando te quemas el dedo y no te deja de arder? Bueno, me pasó lo mismo pero por media hora, y empecé a tener un ataque de pánico, fue lo peor que me pasó”, sumó Tatum sobre un episodio para el olvido.

David Holmes y un accidente que cambió su vida

El actor David Holmes, quien se desempeñaba como doble de riesgo de Daniel Radcliffe en la saga de Harry Potter, tuvo un accidente que alteró su vida indefectiblemente. En el rodaje de Las reliquias de la muerte, Holmes se encontraba ensayando una acrobacia, como era habitual en su rutina. Sin embargo, en esa ocasión no cayó de la forma adecuada y se quebró el cuello. Luego, le informaron cómo era su panorama completo: había quedado paralizado del pecho hacia abajo. “No siento mis piernas”, fue lo único que atinó a decir un asustado Holmes en ese momento bisagra. En la actualidad, sigue en contacto con los protagonistas de la saga y considera a Radcliffe “un gran amigo”, quien ha recaudado dinero para abonar los honorarios de los médicos que atienden al actor.

Por otro lado, si bien al comienzo no fue fácil ver una luz de esperanza, con el tiempo Holmes empezó a concebir un podcast, Cunning Stunts, que fue alcanzando reconocimiento con el correr de las emisiones en las que habla sobre los pormenores de ser doble de riesgo y los peligros que conlleva. En un episodio de su podcast aconsejó: “No deberías ir a trabajar a menos que estés dispuesto a esperar que exista la posibilidad de que no vaya bien, y es posible que no tengas una segunda toma. Yo pagué el precio final por hacer lo que amo, pero siempre diré: ‘Era un especialista en el tema, fui a trabajar, asumí ese riesgo, tomé ese dinero”.

Asimismo, en diálogo con The Daily Mirror, Holmes, de 41 años, expresó: “Tuve esta sensación de tragedia, pero también la determinación de superarme y de ser mejor persona”.

Isla Fisher casi se ahoga

“Todos pensaban que estaba actuando de manera increíble, pero nadie advirtió que estaba luchando por mi vida”. Con esas duras palabras definió Isla Fisher lo que fue filmar una secuencia de Nada es lo que parece, la película de Louis Leterrier sobre unos astutos magos (y bastante más) que brindan espectáculos fascinantes para la audiencia. La actriz interpretó a Henley Reeves, una de las integrantes de los denominados “Cuatro jinetes”, quien en un momento es la estrella del show con un número realizado en un tanque repleto de agua. Mientras rodaba esa escena, Fisher se enganchó con una cadena a la que estaba sujeta su personaje y pidió salir del tanque. Lejos de interpretarlo de ese modo, el equipo atribuía su desesperación a una actuación muy comprometida.

“Tuve una experiencia cercana a la muerte”, le reveló a On Demand Entertainment. “Mientras estaba en el tanque una de las cadenas no podía romperse y quedé atrapada en el agua. Me empecé a asustar mucho y a pedir que me sacaran de ahí, pero todos creyeron que era Meryl Streep cuando en realidad me estaba ahogando”, recordó la actriz con humor. “Lo único en lo que podía pensar en ese momento era en mi cuerpo, en mi propia autopsia, y si bien habíamos repasado muchas veces los protocolos de seguridad, nunca pensamos en una señal o “safe word” en caso de que la necesitara”. Fisher fue una de las pocas actrices en no tener una doble de riesgo, y no volvió para la secuela del filme, dirigida por Jon M. Chu, y en la que fue reemplazada por Lizzy Caplan.


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