—Hace más de cuatro años usted dijo que “nosotros mismos” arreglaríamos el país. ¿Y ahora?

—Nosotros mismos tendríamos que decir que mentimos.

—¿De la Gran dama de la TV a la gran dama de la radio?

—Soy una mujer de los medios que pertenece a los medios.

—¿Una gran dama de la oposición?

—Soy una dama que pertenece a  la democracia. Todas las mujeres que aman la democracia son unas damas.

—¿Y del régimen?

—¿De cuál régimen?… a menos que sea el de la Bastilla.

—¿Se autocensura?

—Para nada.

—En la radio, ¿el pez muere por la boca?

—En la radio, en la vida, en el trabajo y en todo lo que dices que no deberías decir.

—¿Lloró por el cierre de emisoras en los últimos 20 años?

—Hoy tengo las lágrimas reservadas para dos mujeres que amo profundamente: Venezuela y mi hija Victoria Eugenia.

—¿Extraña RCVT?

—Siempre la voy a extrañar. Soy lo que soy gracias a ese vehículo.

—¿Qué tal la diáspora en la gente de la radio?

—Es normal, pues está llena de gente joven y creativa.

—¿Emigraría?

—Sí, pero como soy tan exquisita me iría a Finlandia, Holanda, Dinamarca o Noruega porque me encanta el frío.

—¿Se sintió atraída por un uniforme?

—(Carcajadas) El único que me atraía era el de mi colegio. Las monjas del Santa Teresita del Niño Jesús me regañaban, pues no me sentaba para que no se arrugara.

—¿Ya se sacó el carnet de la patria?

—Yo siempre he tenido patria. Y punto.

—De tener la necesidad, ¿solicitaría su bolsa CLAP?

—Hay tantos y tantas bolsas que una CLAP sería una más.

—¿Qué aplaude a la MUD?

—Llegó un momento en que hubo un aplauso general. Hoy, como cuando termina un show, existe un gran silencio y un gran vacío.

—¿Y a la “revolución”?

—¿La de Cantinflas? (carcajadas).

—¿El líder necesario?

—Hay uno que no está y otro que está, pero que no quiero que termine como el que no está.

—¿Una nostalgia?

—La música.

—¿Una adicción?

—La tuve. Tengo 20 años sin fumar. Lo hacía como una prostituta presa. Aunque salí de esa cárcel estoy pagando las consecuencias.

—¿Una contradicción?

—To be or not to be.

—¿Una impotencia?

—Mi impotencia es diaria porque mi fuerza es superior. Yo sola no puedo nada.

—¿Una virtud?

—La honestidad, con “H” mayúscula.

—¿Un complejo?

—Ninguno porque nunca me opere, ni los senos (carcajadas).

—¿Una frustración?

—No cantar como quisiera.

—¿Un placer?

—Viajar.

—¿Una rabia?

—La gente necia y bruta.

—¿Una ganancia de la TV en la última década?

—Por ahora, ninguna.

—¿Una pérdida?

—Renny Ottolina.

—¿Fue un accidente su muerte?

—Entre comillas y subrayada.

—¿Es usted la número 1?

—No me importa esa vaina. Soy la mejor porque tuve la mejor escuela: Renny, Aldemaro Romero y Joaquín Riviera. Llevó  55 años en esto.

—¿Diálogo o calle?

—Las dos cosas. El diálogo trae calle, y viceversa.

—¿Derecha o izquierda?

—(Risas) Depende. Prefiero el centro.

—¿Perro o gato?

—Perro.

—De ser animal…

—Gacela.

—¿Ha padecido la carencia de medicinas?

—Sí.

—Ante la traba oficial de ayuda humanitaria, ¿qué propondría?

—Que no se fuese tan mezquino. A todos nos duele el estómago alguna vez y no importa en qué silla estemos sentados.

—¿Alguien del medio para la silla de Miraflores?

—¿Cuál medio? (risas).

—¿Bombardearía los puentes fronterizos?

—Eso me da risa. Al oírlo me sentí como en el puente de Waterloo (carcajadas).

—¿Qué hubiera hecho sin esa voz?

—Bueno… yo cocino muy bien.

—¿Qué cocina el régimen?

—No sé, pero todo se le quema (carcajadas).

—¿Se ha vengado alguna vez?

—Esa ruindad no existe en mi alma.

—¿Se ha sentido envidiada?

—Lamentablemente. Oscar Wilde decía que era malo cuando no se habla mal de uno.

—De tener a Maduro enfrente…

—¿Perdón?

—¿Cómo conservar el garbo y el glamour?

—Con actitud de vida.

—¿Qué ha aprendido con los años?

—Todos los días estudio, oigo y concluyo que he aprendido pero que no sé nada.

—¿Qué le falta aprender al “soberano”?

—¿El ron o el pueblo?

—¿El presidente inolvidable?

—Qué bonito se oye eso.

—¿La revelación de la animación?

—Hasta ahora no lo veo, puede que venga.

—¿Un revolucionario? 

—¿Como para qué?

—¿Los años dorados de este país?

—¡Caramba!.. Han sido muchos. Hay nubarrones, pero siempre sale el sol.

—¿Diva?

—No lo soy. Soy Carmen.

—¿Una alegría?

—La hija que no tuve en el vientre.

—¿Un dolor?

—Mi madre es un dolor permanente al que he tenido que acostumbrarme. Se me fue hace 17 años.

—¿Hay vida eterna?

—Sí, claro; lo que pasa es que no quiero regresar.

—¿Animaría las sesiones de la constituyente?

—(Carcajadas) Si viene conmigo Radio Rochela lo haría.

—¿Y las colas para todo? Jacqueline Faría dice que la gente se divierte en ellas.

—No comment.

—¿Alternaría con Winston Vallenilla?

—Él tomó una decisión y ya la vida le responderá, no yo.

—¿Cómo le gustaría ser recordada?

—Como una persona bien orientada y que nunca le hizo daño a nadie, con una familia que me educó  formidablemente.

—¿Haría una película de su vida?

—(Carcajadas) Si los productores están prestos a que dure como Lo que el viento se llevóy al costo de Dólar Today, sí. Más bien sería una serie como la de Flash Gordon.

—¿El género?

—Humorístico, pero con mensaje.

—¿El título?

—Llegó la flaca.

—¿Qué pasaría en Venezuela si la población  fuese más animada a protestar?

—Al día siguiente tendría un día de fiesta.


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