Uno de los momentos más conmovedores del 19° Festival del Cine Venezolano, realizado en julio en Mérida, fue el anuncio del premio a Mejor Actor de Reparto para Anyelo López por interpretar a Álex en La sombra del sol, película que se estrena este 28 de diciembre en salas nacionales. De 25 años de edad y nacido en Caracas, López es un soñador que no permite que su condición de sordo lo desanime.
Los aplausos de pie al conocerse su galardón el día del cierre del festival, su mamá abrazándolo entre lágrimas y él dando un discurso apoyando la inclusión de cualquier minoría fueron el clímax de un proceso que comenzó con un casting en el que no estaba seguro de participar.
El actor, que sueña también con estudiar fotografía y profundizar en el teatro, responde las preguntas por Zoom desde Murcia, España. Apoyado por la intérprete Mabel Martínez, López cuenta que antes de Álex, en el filme un joven sordo apasionado por las letras que empuja a su hermano Leo (Carlos Manuel González) a volver a cantar, no había tenido ninguna experiencia en el mundo actoral o en cualquier otra disciplina artística.
«Lo más difícil para mí fue representar la tristeza, la rabia, llorar en escena, meterme en el papel. Sin embargo, recordé experiencias dolorosas muy personales que pude transmitirle a Álex. Conté con la compañía de intérpretes y del director (Miguel Ángel Ferrer). Toda esa asesoría me ayudó a explorar más este mundo artístico», explicó López.
Llegó al papel gracias a que miembros de la Asociación de Sordos de Caracas, a la que pertenece, tuvo un enlace con Miguel Ángel Ferrer, quien buscaba un joven que fuera sordo para que se sumara al reparto de La sombra del sol, película que este año fue seleccionada para representar a Venezuela en el Oscar. El actor admite que tuvo dudas que conversó con su novia y su familia, quienes le sugirieron que probara vivir esta experiencia.
«No fue fácil enfrentarme a la lectura, tuve que acudir a algunos intérpretes, como Mabel, que está en este momento interpretando en esta entrevista, para hacer las transiciones en lengua de señas. En el casting quedamos, primero, ocho sordos. De esos ocho se hizo una evaluación y quedamos tres. Se hizo luego otro casting y fui seleccionado. No me lo esperaba», afirmó.
Confesó que, tras enterarse del resultado, se le puso la piel de gallina y le contó, emocionado, a su familia, novia y amigos. «Me sentía orgulloso por la experiencia».
A pesar de su excelente actuación en La sombra del sol, López no ha tenido un pasado vinculado a las artes. Se le viene a la memoria apenas una obra cuando estaba en preescolar cuya trama no recuerda del todo, solo que había animales y que era de temática religiosa. Posteriormente, en el liceo Juan Pablo Bonet, estuvo en obras de teatro relacionadas también con la religión. «Eran dramatizaciones muy breves y mi participación puntual. De hecho, yo trataba de no participar mucho, me escondía, pero igual debía hacerlo por el puntaje, era incómodo para mí. No tenía el apoyo de intérpretes, pero igual decidí aceptar ese reto en el liceo», dijo.
De Álex, Anyelo destaca su personalidad apasionada en la que mezcla el amor por la literatura, la curiosidad, el amor al país y su cercanía con personas de su comunidad: “Ama su país. No es un joven que quiere irse, lucha por estar acá. A pesar de su limitación, se enfrenta a los retos no solo del país sino también actitudinales, es decir, enfrenta las barreras y trata de derrumbarlas. Eso para mí es especial”.
Una de las escenas en las que López desbordó más su trabajo actoral es en la que se enfrenta a Yolanda (Greisy Mena), la egoísta pareja de Leo que representa a las personas que no empatizan con las minorías. Es un momento en el que Álex le dice a Yolanda el daño que le ha hecho a su hermano y le demuestra que no le tiene miedo. A partir de ahí comienzan a definirse las decisiones de los personajes: ¿deberá Leo volver a cantar?, ¿Anyelo se quedará en Acarigua, la ciudad donde se desarrolla el filme, o perseguirá sus sueños?
«Grité en esa escena. Yolanda es una persona egoísta con mi hermano y discrimina a Álex por su condición. Es una escena que me gustó muchísimo porque demostré que las personas con discapacidad no debemos quedarnos calladas, que tenemos nuestra propia voz y que a nosotros los sordos no nos van a callar. Yolanda se queda sorprendida porque pude emitir mi voz. Es una escena llena de muchas emociones», expresó.
La sombra del sol obtuvo en el Festival del Cine Venezolano, además del galardón de López, los premios a Mejor Ópera Prima, Mejor Película de Ficción otorgado por la prensa, Mejor Diseño Sonoro y Mejor Actor. Anyelo no tenía expectativas de que recibiría tantos reconocimientos, aunque destaca la gran calidad del filme. Por eso le impactó tanto cuando mencionaron su nombre durante el cierre. «Decía dentro de mí que no podía creerlo. Me llené de mucha emoción porque es una representación no solo para mí, mi familia o los jóvenes, sino para mi comunidad de sordos. Es un reconocimiento a mi comunidad. Mi mente se puso como en blanco», recordó.
Anyelo no solo quiere seguir en la actuación, espera tener la oportunidad de estudiar fotografía y artes audiovisuales. Está, en la actualidad, buscando los medios para hacer los cursos. Explicó que para las personas sordas la comunicación sigue siendo una barrera muy grande a la hora de estudiar en la universidad, pues no cuentan con intérpretes en las instituciones.
«Sin intérpretes es difícil poder avanzar, incluso graduarse. No tenemos acceso a la información. Esa es la gran barrera en Venezuela en este momento. Me gustaría de verdad cumplir mis sueños de ejercer una carrera, adquirir mayor experiencia en el teatro, la fotografía, pero con la barrera comunicacional es difícil», dijo.
En su opinión, en Venezuela es necesario sensibilizar a la ciudadanía en cuanto a discapacidad. También consideró que la comunidad sorda en el país debe abrirse un poco a las posibilidades y que, entonces, ambas maneras de comunicarse se encuentren. «Es importante eliminar las barreras que dividen. Hay muchos sordos que tienen en su mente que no pueden avanzar, pero no es así, nosotros somos muy inteligentes, tenemos habilidades, somos muy visuales y eso tenemos que potenciarlo. Tenemos que incluso usar nuestra lengua para comunicarnos y dar talleres, para ser protagonistas en la enseñanza de la lengua de señas», expresó el actor, que por ahora permanecerá en España pero su corazón, subrayó, se mantiene en Venezuela.