Anatomía de una caída
La directora francesa Justine Triet, ganadora del César en la categoría mejor directora por la película Anatomía de una caída durante la 49ª ceremonia anual de premios César celebrada en la sala de conciertos Olympia de París , Francia, 23 de febrero de 2024. Foto: EFE/EPA/TERESA SUÁREZ

Anatomía de una caída y su directora Justine Triet se llevaron este viernes los premios más importantes de la edición número 49 de los César, como el de dirección, mejor película o mejor guion original, en una gala muy marcada por las reivindicaciones contra los abusos sexuales en la industria.

El thriller judicial de Triet fue la cinta más premiada, con 6 galardones de los 11 a los que aspiraba, mientras que la otra gran favorita de la noche, la fantástica El reino animal de Thomas Cailley, se llevó 5 de sus 12 candidaturas, con especial éxito en las categorías técnicas.

«Me gustaría dedicar este César a todas las mujeres», afirmó Triet en el legendario teatro Olympia de París, ya con el gran galardón de la noche, el de mejor película, en las manos.

Ese premio certifica un brillante palmarés que comenzó en mayo con la Palma de Oro del Festival de Cannes y que tendrá su gran colofón el 11 de marzo en Hollywood, donde Anatomía de una caída aspirará a cinco Oscar, aunque la victoria en Estados Unidos se plantea más complicada que en esta gran noche del cine francés.

 Agnès Jaoui

En interpretación, la alemana Sandra Hüller se adjudicó la estatuilla a mejor actriz por su papel protagonista en Anatomía de una caída y Arieh Worthalter hizo lo propio en la categoría masculina por El caso Goldman.

Los de roles secundarios se los llevaron Adèle Exarchopoulos por Las dos caras de la justicia y Swann Arlaud por su papel de abogado en Anatomía de una caída, en tanto que los premios a los mejores actores revelación fueron para Ella Rumpf (El teorema de Marguerite) y Raphaël Quenard (Perro feroz).

Para el premio a la mejor película extranjera, la Academia de los César eligió a la canadiense La naturaleza del amor (Monia Chokri), por delante de la italiana El rapto (Marco Bellocchio), la finlandesa Fallen Leaves (Aki Kaurismäki), la japonesa Perfect days (Wim Wenders) y la estadounidense Oppenheimer, de Christopher Nolan.

Este último realizador, sin embargo, subió a recoger igualmente una estatuilla, el César de honor, que se encargó de presentar la francesa Marion Cotillard.

También se entregó otro galardón de honor a la actriz, directora y guionista francesa Agnès Jaoui, que es la mujer más laureada de la historia de estos premios.

Gala Hernández López, premio al mejor corto documental

La única aspirante española a premio en esta edición de los César era la directora Gala Hernández López, que logró el galardón de mejor cortometraje documental por La Mécanique des fluides, obra en la que exploró la subcultura «incel» (célibes involuntarios) y la soledad en la era de internet.

En su discurso al recoger el galardón, la realizadora de 30 años de edad originaria de Murcia dijo que no estaría allí sin sus «camaradas feministas» y dio las gracias a su familia, a su equipo, a sus amigos y a Francia, el país en el que ha desarrollado su carrera profesional, sin dejar de añadir un «muchas gracias» final en español.

También pidió que valores como «la igualdad de oportunidades, el universalismo, la acogida, el apoyo al arte y la cultura y la defensa de los servicios públicos», que admira de Francia pero que ve a día de hoy amenazados, no se vean reducidos a una «retórica vacía» y que permitan al país comprometerse realmente con crisis como la que vive hoy el pueblo palestino.

«Muy contenta, no me lo creo. Estoy un poco disociada pero muy agradecida por el premio porque significa mucho para mí y para mi carrera», aseguró tras la ceremonia la realizadora, en declaraciones a Efe.

El «Me Too» francés toma la palabra

La ceremonia en el teatro Olympia estuvo muy marcada por las reivindicaciones contra los abusos sexuales en la industria del cine, pues Francia asistió a una lluvia de denuncias y acusaciones en los últimos meses.

La encargada de hacer de representante de este «Me Too» francés fue la actriz Judith Godrèche, que recientemente denunció haber sido abusada por dos directores (Benoit Jaquot y Jacques Doillon) cuando era adolescente.

«Sé que da miedo. Miedo de perder las subvenciones, miedo de perder papeles», afirmó Godrèche, que fue recibida con una gran ovación de pie al salir al escenario.

«Podemos decidir que los hombres acusados de violación no sean más los que hacen y deshacen en el cine», instó.

Otras denuncias de alto impacto señalaron a Gérard Depardieu, demandado por cuatro mujeres y acusado públicamente por más de una quincena, o al actor de Anatomía de una caída Samuel Theis.

Para esta gala, la Academia de los César decidió mantener su política de no permitir participar a figuras que tuvieran abiertas causas judiciales por hechos de violencia.


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