Amenábar
Foto EFE

La ciudad andaluza de Málaga acoge mañana la 34 edición de los Premios Goya del cine español. Será con dos claras favoritas: Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar, y Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar. En el apartado iberoamericano la lucha será entre Argentina, Colombia, Chile y Costa Rica.

De Venezuela competirá la cinta La noche de las dos lunas, de Miguel Ferrari, en la categoría de Mejor Canción Original. Se medirá en el apartado con Intemperie de Benito Zambrano, Klaus de Sergio Pablos y La inocencia de Lucía Alemany. El director ya recibió un Goya en el año 2013. Su película Azul y no tan rosa se convirtió en la primera producción nacional en recibir el galardón a Mejor Película Iberoamericana. 

La película más autobiográfica de Almodóvar cuenta con 16 nominaciones. Allí están incluidas algunas de las categorías más importantes, como Mejor Filme, Dirección, Actor Protagonista (Antonio Banderas), Actriz Protagonista (Penélope Cruz), Actor Secundario (tanto Asier Etxeandía como Leonardo Sbaraglia) o Música (Alberto Iglesias).

Y la vista atrás a la Guerra Civil Española de Amenábar es la líder de las nominaciones. Son 17 en total, entre las que destacan Mejor Película, Dirección, Actor Protagonista (Karra Elejalde), Guion Original, Actores de Reparto -tanto masculino como femenino- o Música.

Pero lo que parece un duelo entre dos puede verse amenazado por la tercera en discordia. La trinchera infinita es otra historia sobre la Guerra Civil y sus consecuencias. Está firmada por José Mari Goenaga, Jon Garaño y Aitor Arregi y tiene 15 candidaturas.

Dolor y gloria es la película más personal de Almodóvar hasta la fecha y tiene a su favor que los mismos académicos que votan los Goya la eligieron para representar a España en los Oscar. Mientras que Amenábar es el cineasta más premiado en la historia de los Goya, con 9 galardones en distintas categorías.

El más ansiado

Mientras dure la guerra supone el regreso de Amenábar al cine en español. Esto después de dos grandes producciones internacionales como Ágora y Regresión. Su aproximación a la Guerra Civil Española y a la figura de Miguel Unamuno tuvo más éxito de taquilla que la de Almodóvar.

En cuanto a La trinchera infinita, un filme sobre los «topos» -personas que permanecieron escondidas décadas después del fin de la Guerra Civil, por la dictadura de Franco-, ya dio la sorpresa en los Forqué, galardones que conceden los productores españoles. Ganó el premio al Mejor Largometraje de Ficción y sus directores arrasaron en los Goya de hace dos años con Handia, que se llevó 10 premios.

El Goya a Mejor Película, el más ansiado de la noche, podría recaer también sobre Lo que arde de Oliver Laxe. Es la cuota del cine más poético y arriesgado en esta gala; o sobre Intemperie, una crónica de la cruda España rural de posguerra dirigida por Benito Zambrano.

Incógnitas

En las categorías interpretativas hay muchas incógnitas. Los favoritos más claros son Antonio Banderas como Mejor Actor Protagonista y Julieta Serrano como Mejor Actriz de Reparto, ambos por Dolor y gloria. También destaca Enric Auquer como Mejor Actor Revelación por Quien a hierro mata.

Pero el único seguro por el momento es el de Pepa Flores (Málaga, 1948), Goya de Honor de esta edición. Eso sí, todo apunta a que la que fue Marisol, niña prodigio del cine de los años 1960, no acudirá personalmente a recogerlo. Vive retirada de la vida pública desde hace décadas.

Iberoamérica

El apartado iberoamericano el Goya se los disputarán cuatro títulos que demuestran la enorme calidad y variedad del cine de América Latina.

Son la chilena Araña, de Andrés Wood; la costarricense El despertar de las hormigas, de Antonella Sudasassi; la argentina La odisea de los giles, de Sebastián Borenzstein, y la colombiana Monos, de Alejandro Landes.

Por historia, Argentina es el país dominador en los Goya, con 17 premios de 27 nominaciones. Y además La odisea de los giles cuenta como protagonista con Ricardo Darín, uno de los actores latinos más queridos en España. Pero esta comedia ácida tiene fuertes contendientes.

Monos es una espectacular película sobre soldados adolescentes que la crítica internacional comparó con Apocalypse Now; Araña una profunda reflexión sobre la división que aún pesa en la sociedad chilena a causa de la dictadura de Pinochet; y El despertar de las hormigas una bonita y feminista historia sobre la dureza de ser mujer en la Costa Rica rural.

Es la primera vez que Costa Rica compite por el Goya y, aunque ya ha sido finalista 11 veces, sería el primer premio para el cine colombiano. En el caso de Chile, lleva cuatro galardones de 17 nominaciones.

El ganador se conocerá en una gala que conducirán Andreu Buenafuente y Silvia Abril, maestros de ceremonia por segundo año consecutivo, y que promete ser muy visual y no demasiado sarcástica.

Además la Academia de Cine asegura que sacará el máximo partido al enorme espacio habilitado dentro del polideportivo Martín Carpena y promete que la transformación fue total.

Una novedad este año es que se colocarán pantallas en el exterior del recinto y se habilitará un espacio para que los malagueños puedan vivir de cerca el ambiente de los Goya. Solo falta que la meteorología lo permita, después del temporal que azotó la provincia en las últimas horas.

En la alfombra roja la expectación está garantizada con estrellas de la talla de Almodóvar, Penélope Cruz, Antonio Banderas o Amenábar entre los nominados. Además, participarán entregando premios Ángela Molina, Marisa Paredes, Maribel Verdú, el pianista James Rhodes o el ex futbolista Carles Puyol, entre otros.


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