Foto Espinof

El cineasta español Pedro Almodóvar y el actor Antonio Banderas hablaron este jueves en Manhattan sobre su emotivo reencuentro profesional en el film Dolor y gloria. La cinta se estrena este fin de semana en Estados Unidos durante el Festival de Cine de Nueva York.

«Ha sido probablemente el trabajo más interesante de mi vida», dijo Banderas sobre el rol del protagonista, inspirado en la vida de Almodóvar. Lo hizo ante una repleta sala en el Lincoln Film Center, donde se celebra la muestra que arranca este viernes.

Ambos artistas no dejaron lugar a dudas en sus intervenciones de la estrecha relación que les une desde hace décadas. Hicieron hincapié en la armonía y entendimiento que experimentaron durante el rodaje de la cinta, a diferencia de las tensiones que confesaron haber vivido en La piel que habito (2011).

Almodóvar subrayó el «cambio completo» con respecto al resto de películas que han hecho juntos. Dijo haberse incluso sentido amenazado por la capacidad del actor de representar el personaje de esta cinta.

«Incluso sin mi explicación, tiene una capacidad increíble de impregnarse de mí», afirmó el ganador de dos premios Oscar sobre la facilidad de Banderas para crear su propia versión de Almodóvar.

Experiencias personales

Banderas admitió que han sido sus propias experiencias personales de los últimos años, como fue su mal estado de salud, las que le permitieron entender el personaje de Dolor y gloria de forma mucho más profunda.

«Tuve un ataque de corazón hace dos años y medio. Me dio una forma de ver la vida de manera distinta. Vi la muerte muy cerca y es cuando las cosas importantes salen a la superficie», apuntó Banderas sobre el momento personal en el que se encontraba cuando empezó a rodar la película.

Fue una situación que Almodóvar quiso usar para la película. No mostrar el Banderas atlético que todo el mundo conoce, sino un aspecto más frágil. Esto llevó al actor a deshacerse de todos los métodos de interpretación que había usado durante los últimos 10 o 15 años.

«Es otro espacio y otro universo de una carrera que no conocía. Daba mucho miedo porque no podía usar ninguno de mis trucos, pero al final ambos nos lanzamos al barro juntos», agregó.

«A veces un ataque al corazón es lo mejor que te puede pasar en la vida», concluyó el actor.

Almodóvar por su parte explicó que, al ver una instantánea de Banderas después de su problema médico, vio una máscara de dolor.

«Es muy duro decir que ese ataque al corazón me venía bien, pero era cierto. La experiencia en el dolor de Antonio, que estaba muy presente en esa foto, me indicaba lo apropiado que era llamarle», admitió el director de Todo sobre mi madre.

Creció la amistad

Para Banderas, dado que Dolor y gloria está inspirada en la vida de Almodóvar, el film le permitió acceder a ciertos aspectos mucho más privados del director que, pese a la amistad de cerca de 40 años que comparten, no había visto.

«Hemos sido amigos durante casi 40 años y hemos hecho ocho películas, pero nuestra amistad tiene ciertos límites. Es una persona muy privada e intento no traspasar esos límites», declaró el intérprete.

Así, confesó haberse sentido sorprendido por ciertos elementos de la personalidad de Almodóvar: «No sabía que quería cerrar ciertos círculos que seguían abiertos, ciertas heridas con su madre, actores, cine, la vida misma o ex novios».

La buena relación entre ambos quedó reflejada en la última intervención de Banderas: «Durante 40 años he estado trabajando con una persona que quiero y que admiro. Solo estas ocho películas que he hecho con Almodóvar justifican mi carrera».


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