“Las imitaciones son algo que he hecho durante toda mi vida, desde que tengo uso de razón”, dice Alejandra Otero. Desde niña –recuerda– imitaba a todos a su alrededor: familiares, amigos y figuras públicas. Ya adulta, las llevaría a sus rutinas de stand up, imitando voces o acentos. “Era algo que siempre hacía y que, inconsciente o conscientemente, he entrenado durante toda mi vida”, añade.
Aunque en sus rutinas y en sus redes sociales ya imitaba a figuras como María Corina Machado o Sascha Fitness, no fue hasta que llegó la pandemia que comenzó a explorar más esa habilidad. La receptividad fue tan buena que, poco a poco, fue incluyendo más personajes hasta que un día se preguntó: “Ya que me lo tripeo tanto y ha funcionado tan bien ¿por qué no hacer un show e incluir todas las imitaciones?”. Así surgió la idea de Mejor que la original, un stand up que ha llevado a Ale Otero a recorrer varias ciudades de Venezuela y Europa para hacer reír al público con sus caracterizaciones.
El show, que se presentó por primera vez en enero de este año en el Centro Cultural BOD, tuvo una función especial hace una semana en el Anfiteatro El Hatillo, donde Otero estuvo acompañada por Valentina Quintero como invitada especial. Fue el debut como comediante de una de las personas que más conoce al país.
En la velada, Ale Otero conversó con el público y se paseó por temas como la maternidad y la vida en pareja, poco abordados en la comedia, pero también tocó otros más comunes como la migración. En el show, la comediante combinó su monólogo con sus imitaciones, a las que les dedicó un espacio especial para que cada personaje aconsejara a alguien del público.
Aunque el show del Anfiteatro El Hatillo estaba planificado desde hace tiempo, la presentación de Valentina Quintero no estaba prevista hasta que un día la periodista y proteccionista del medio ambiente le expresó su deseo de hacer comedia. “Ella me contó que le gustaría hacer humor y le dije: ‘Bueno, vamos a hacerlo’, y comenzó en la redes a comentar que le gustaría hacer humor y que quería que Vero (Gómez) y yo fuéramos sus profesoras. Hasta que un día le tomé la palabra y le dije ‘Valen, ¿te quieres estrenar conmigo haciendo stand up? Yo te ayudo y me siento contigo a trabajar’. Me dijo que si”, recuerda Otero, que asegura que este show era la excusa perfecta y el espacio ideal para comenzar. “Fueron meses de trabajo en los que nos sentamos todas las semanas a pulir su rutina; sin embargo, ella tiene toda su vida escribiendo, el timing, el sentido del humor y muchas herramientas que hacen que tenga un lado ganado. Era su primera vez haciendo stand up y fue un honor que lo hiciera conmigo, fue divertidísimo e hizo que la función fuese más especial de lo que imaginé”, añade.
Sobre los personajes que son parte de Mejor que la original, a algunos los imitaba desde hace años, como es el caso de María Corina Machado. “La comencé a imitar porque era una política súper importante y lo sigue siendo”, explica. Los demás vinieron con el tiempo por petición de sus seguidores o de amigos, como es el caso de Sascha Fitness. “A ella la empecé a imitar porque Manuel Ángel Redondo me lo pidió para un programa de sketches que tenía”, cuenta. Los demás personajes fueron llegando con el tiempo.
Aunque hay uno más difíciles que otros, Otero comenzó a tomarse las imitaciones con más seriedad; como un actor de método estudió más detalladamente cada uno de sus personajes. “Empecé a estudiarla de verdad, me fajé. Nunca imaginé que podría imitarla porque me parecía dificilísimo pero empecé a estudiar todo sobre ella y empaparme de todo lo que sabía la gente sobre ella, porque la gente es experta en Sascha Fitness, y me ayudaron a imitarla”, dice.
Contrario a lo que algunos podrían pensar, Ale Otero nunca pensó que las imitaciones se podrían tomar a mal, pues las considera un halago. “Cuando trabajé en Aló, ciudadano, La Rochela nos imitó y yo me dije ‘Muchachos, lo logré’, que te imite La Rochela era lo mejor que te podía pasar en la vida. Eso es lo que hago con las imitaciones, te estoy diciendo que eres importante”, recuerda.
Para Ale no ha sido sencillo compaginar su rol de madre con su vida profesional en la comedia. “Mis amigas a veces me dicen ‘¿Cómo haces para que sea tan fácil? Y no, para nada, es súper complicado, pero hay muchas cosas que me ayudan, una es la dinámica familiar con mi esposo, que es un tronco de papá y me ha apoyado en mi carrera totalmente”, dice agradecida.
La gira de Mejor que la original, además de ser un reto, fue muy gratificante para la comediante porque viajó con su familia: su esposo, Jorge Parra, y sus dos hijos, Paulina, de 4, y Bernardo, que en abril cumplirá un año. “Los productores no están acostumbrados a girar con comediantes que lleven a su familia y bebés, la mayoría son hombres y giran solos o con poca gente, pero jamás giran con niños pequeños. Cada vez que nos tocaba un productor teníamos que sentarnos a explicarle nuestra dinámica familiar. Lo que hicimos es un ejemplo de que sí se puede. Ha sido un año de mucho aprendizaje, crecimiento y, sobre todo, muy bonito junto a mi familia por poder haberlo logrado con ellos”, afirma.
El cierre de temporada de Mejor que la original aún no ha llegado. Aunque Ale Otero no sabe si hará más funciones en Caracas, sí viajará a algunos países que no ha podido visitar, entre los que se encuentran Colombia, Chile, Argentina, Perú, Panamá, Costa Rica, Estados Unidos y algunos en Europa que quedaron por fuera este año. «No estoy segura si a todos esos países podré viajar con Mejor que la original o con mi nuevo show que espero estrenar el año que viene», dice. Si bien es cierto, las imitaciones siempre han estado presentes en las rutinas de la comediante, no está segura si en su nuevo stand up seguirán siendo el plato fuerte del show. «Aún estoy dándole la vuelta a la idea, igual todavía le falta un rato a Mejor que la original, al menos en las ciudades que me faltan».
Durante la pandemia las redes sociales fueron grandes aliadas de la comediante para seguir creando y probando material. «Siempre he creado contenido desde las redes, desde que existe Twitter, aunque no es la red social que más uso. Me encantan, son un espacio en el que no dejo de estar jamás. Yo quisiera presentarme mucho más en vivo pero no es fácil y las redes son un espacio ilimitado que te permiten probar material. Además, son mi principal fuente de ingresos, aunque también vivo de otras cosas, allí tengo a mis clientes y es donde estoy constantemente generando contenido para marcas o para lo que sea», asegura.
Para Alejandra Otero este año ha sido muy emotivo, gratificante, de mucho crecimiento, pero sobre todo de mucho aprendizaje. Regresar a los escenarios después de tanto tiempo es muy significativo para ella y solo una muestra de lo que está por venir. «Por más que ame mi trabajo en otros espacios, nada se compara con presentarse con público en vivo. Es lo mejor del mundo y lo que más me gusta hacer. Fue una gira espectacular, dentro y fuera del país. Además, lograr todo esto con mi familia, que parecía imposible, fue increíble», finaliza.