Tras dos años de su separación, la cantante británica Adele y el filántropo Simon Konecki llegaron a un acuerdo de divorcio. La expareja acordó cómo se repartirá una fortuna de 190 millones de dólares, que incluye una cartera de propiedades de 47,4 millones de dólares.
La expareja recurrió a mediadores para determinar a quién le corresponde algunos de los bienes, explicó el medio estadounidense Us Weekly, que tuvo acceso al proceso.
El viernes 15 de enero, la cantante y el director ejecutivo de la organización benéfica Drop4Drop presentaron los términos de su acuerdo de divorcio ante la corte. Ambos se representaron a sí mismos.
Los detalles del acuerdo, que podría incluir el reparto de parte de la fortuna de Adele, que Forbes estima en unos 190 millones de dólares, no han trascendido por el momento. Está a la espera del visto bueno de un juez de Los Ángeles para ser ratificado.
Adicciones, crisis y divorcio: la historia de superación de Adele
Us Weekly señala que en marzo de 2020 Adele y Konecki firmaron un acuerdo de confidencialidad para que no se filtraran los detalles del caso.
La pareja se conoció en 2011, se casaron en 2016 y, tres años después de su matrimonio, decidieron separarse. Ambos tienen un hijo en común de 7 años de edad llamado Angelo, a quien están dispuestos a criar juntos con amor.
En 2019 hubo rumores que decían que Adele estaba saliendo con el rapero Skepta. Sin embargo, meses después la intérprete de “Hello” -que no suele hablar en las redes ni con la prensa sobre su vida privada- desmintió los rumores diciendo que sigue siendo “una señora soltera rodeada de gatos”.
En estos meses de soltería, Adele ha estado muy centrada en la producción de su próximo disco, para el que no hay aún fecha de lanzamiento, aunque se supone que saldrá este año. También se ha ocupado de mejorar su estilo de vida: en el último año la cantante perdió más de 45 kilos.