Sam Mendes 1917
Foto Archivo

Sam Mendes  le debe su última película, 1917, a su abuelo. En medio de una intensa campaña de promoción, el cineasta ganador del Oscar por Belleza americana (1999) recordó en las últimas semanas al escritor británico Alfred Mendes, veterano de la Primera Guerra Mundial y fallecido en 1991.

Por décadas su abuelo se rehusó a contar a su familia las historias que vivió como soldado durante aquel período de la historia. «No fue hasta que se convirtió en un septuagenario que decidió contar lo que le pasó cuando aún era adolescente», dijo el director.

«Hubo una historia particular sobre una orden que recibió para transportar un simple mensaje por terreno peligroso, a fines del invierno de 1916. Él era un hombre de estatura pequeña, por lo que no era visible en medio de la neblina. Ese relato siempre se quedó conmigo y quise contarlo», explicó.

El resultado es un aplaudido drama bélico titulado 1917, que llegará a salas venezolanas el 31 de enero  y que marca el regreso de Sam Mendes desde sus dos taquilleros acercamientos a la saga de James Bond: 007: Operación Skyfall y Spectre.

1917 actualmente postula a tres premios Globos de Oro como Mejor Película Dramática, Mejor Dirección y Mejor Banda Sonora. También se postula como carta probable para estar presente en varias categorías de la próxima entrega del Oscar.

En el filme, los actores Dean-Charles Chapman y George MacKay interpretan a dos soldados ingleses encargados de transportar un mensaje que puede salvar las vidas de 1.600 de sus camaradas. Los sucesos ocurren en medio de un episodio real del conflicto ambientado en territorio francés y conocido como la operación alemana Alberich (1917).

Ambos corren en una película filmada como si se tratara de una aventura en tiempo real y en una sola toma. «Una vez que tuve la idea de que fueran dos horas de tiempo real, me pareció algo natural concentrar al público en los dos personajes principales. De tal manera, gradualmente el espectador se dará cuenta, consciente o inconscientemente, de que era una situación de la que no podían escapar. De cierta manera opera como un thriller», explicó.


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