Por David Mendoza Yamaui

El Gran Hermano te observa

Referencia al ente que gobierna a Oceanía en la novela de George Orwell 1984. Nadie lo conoce. Omnipresente. Te observa desde telepantallas. Presente en la propaganda del partido único: Ingsoc, en cada rincón, para dominar a la sociedad víctima del totalitarismo. Semejante a lo que sucede con lo que se denomina hoy Big Data: cantidad de datos que supera la capacidad del software convencional para ser capturados, administrados y procesados en un tiempo razonable. Datos masivos, cuyo uso vulnera el anonimato en la práctica, y que brindan inmensas posibilidades a las empresas, al ser analizados de manera inteligente. Para el marketing es la nueva mina de oro: se puede saber lo que los clientes quieren. Incorporar la información proveniente de fuentes no estructuradas, como las redes sociales, videos o conversaciones telefónicas. La información no estructurada es la que no puede ser agregada en tablas (Excel) o en bases de datos relacionales del modo en que se incorporan cifras contables.

¿Quieres ejemplos?

Operadores móviles aprovechan el conocimiento que tienen de la localización de sus clientes –conocen en tiempo real dónde está cada teléfono activo– y ofrecen a terceros la posibilidad de enviar publicidad contextual. Los discursos políticos son improvisados en tiempo real, debido al seguimiento de las emociones y comentarios que producen, ya el líder no lidera, sino que se moldea a la opinión instantánea. Netflix debe en parte su éxito al seguimiento de las emociones que generan sus programas, a través de la Big Data. Es el gobierno de la opinión pública instantánea. En esta novela de George Orwell nosotros somos el pobre Winston Smith. Los departamentos de policía en algunas ciudades importantes, como Chicago o Kansas City, saben que vas a cometer un crimen antes que lo cometas; un concepto parecido al de “pre-crimen”, que aparecía en la película Minority Report. Es la era de la internet, de la revolución informativa y del conocimiento. El fin de los reportes administrativos, elaborados por analistas sobre información tradicional. Y el fin de la privacidad.

¿Cómo es posible?

La nube (cloudcomputing) para hospedar toda esa información de una manera costo eficiente; y sistemas cognitivos expertos, especializados en analizar escenarios de negocios y en apoyar a los seres humanos en temas como atender un cliente o diagnosticar un paciente. Con un número determinado de clicks en me gusta en Facebook, los sistemas pueden conocer nuestra personalidad mejor que nosotros mismos, predecirnos. Como de hecho lo hacen.

¿Y las cifras?

Diferentes analistas aseguran que el negocio de Big Data, sobrepasó los ¡$140 mil millones y en 2020 llegará a $200 mil millones! (todavía no logro incorporar emoticones, aquí va el de los ojos pelados), que crece más de 11% anual, que el sector que más está invirtiendo es el financiero bancario, y que la inversión en Big Data impacta las utilidades de las empresas en 20% (otra vez el emoticón de los ojos pelados). Y que están naciendo empresas que prestan este servicio. A la no tan larga, las empresas que no afronten esta situación, llorarán en el valle de la derrota.

¿Cómo se aplica a las finanzas?

Las fintech o empresas de tecnología financiera, se benefician del Big Data, en la gestión de riesgo.  Procesos más automatizados, mayor precisión de los sistemas predictivos, menor riesgo de fracaso. Las 5V: volumen, velocidad, variedad, valor y veracidad generan beneficios en  Gestión de fraude, Gestión de crédito, blanqueo de capitales, mercado y crédito comercial y riesgo operacional. Gestiona de manera integrada el riesgo.

El Big Data abre el contacto rápido con los clientes para verificar transacciones sospechosas, en tiempo casi real; modelos predictivos que detectan operaciones fraudulentas, cada vez más afinados y efectivos; y el seguimiento del comportamiento de pago sobre el 100% de transacciones, al disponer de una mejor trazabilidad y fuentes de datos más diversas.

¿Qué otro sector la puede utilizar?

Todos los sectores, el sector de tecnología y telecomunicaciones la está usando como una práctica habitual e innovadora en su estrategia de negocio, seguido por otros como el de construcción e ingeniería, seguros; por ejemplo en la agricultura, el uso de tecnologías de sensores para monitorizar el riego de cultivos como una parte integral del proceso agrícola. Según un estudio estadístico de Tech Pro Research 30% de las empresas se ha lanzado ya de cabeza al Big Data,

¿Su impacto económico?

Sólo en los Estados Unidos, la reducción en costos de servicios gubernamentales y del sector salud rondaría entre los 135 y 285 mil millones de dólares.  Y el PIB de Estados Unidos en 2020 cerca de 240 millardos de dólares, esto según los informes del McKinsey Global Institute.

¿Existe la ética o hay leyes que me protejan mi privacidad?

Este artículo está contenido en el libro Termómetro Económico, disponible por Amazon. Sobre el autor: David Mendoza Yamaui es catedrático de economía y negocios, docente y colaborador de TETRA.

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