Brillosas, refrescantes, aromáticas, con gusto frutal y toques suntuosos. Así son las bebidas de la exclusiva bodega de maestros artesanos Stelle & Fortuna, marca de espumantes (y próximamente vinos) italianos de pura cepa, pero con alma 100% venezolana, que está revolucionando la forma de consumo de este popular licor y que invita a celebrar la buena fortuna de la vida mientras te lleva a hacer un recorrido por las estrellas
Para nadie es un secreto que el Prosecco se ha convertido, desde hace algunos años, en todo un fenómeno a nivel mundial; hasta el punto de que la oferta no puede satisfacer su demanda.
Ante esta premisa, la marca reconocida mundialmente por su calidad excepcional y precios asequibles, Stelle & Fortuna, representa la aristocracia de la vinificación y una nueva oportunidad de disfrutar, en verdaderas piezas de arte embotelladas, una experiencia exclusiva y supra terrenal.
María Alejandra “Beba” Lizardo, su actual embajadora, conversó con El Nacional e hizo un recorrido de más de 7.000 kilómetros desde la hermosa Treviso (una de las provincias de la región del Veneto) hasta Venezuela, pasando por la historia de su prestigioso spumanti, idóneo representante de una bodega emblemática, emplazada en las colinas de Valdobbiadene y la serenissima Venezia.
Estrellas y Fortuna
La historia comienza con una madre recién divorciada con inmensas ganas de comerse el mundo y su hija. La segunda, sin saber nada del negocio pero por amor a la primera, estaba lista para apostar por una aventura que le diera un nuevo sentido a su vida.
“La oportunidad de sacar a flote el proyecto, literal, cayó del cielo”, afirmó Beba Lizardo. “Parte del nombre, Fortuna, ya existía en Italia; en una empresa familiar que estaba a punto de desaparecer. El milagro, para nosotras, ocurrió cuando nos ofrecieron las tierras a muy buen precio y nos dimos cuenta de lo valioso que teníamos en frente; además de que el negocio estaba prácticamente levantado”, recalcó.
Desde sus inicios y durante mucho tiempo, Fortuna comercializó sus productos por solicitud directa para enotecas y establecimientos italianos especializados. Además, satisfacía los requerimientos de conocedores privados e ilustres residentes de las históricas villas de la Riviera del Brenta y del Sile.
Sin embargo, desde finales de 2018, este concepto se venezolanizó llegando al país en mayo de 2019 y haciendo un boom en el mercado 6 meses después.
“Cuando adquirimos los viñedos y decidimos relanzar la marca desde Venezuela, le agregamos la palabra estrella en italiano y complementamos lo que, hoy en día, se conoce como Stelle & Fortuna”, añadió.
Hecho en Italia, conceptualizado en Venezuela
Sin duda, las cualidades en nariz y boca que aportan estos espumantes no se deben solo al clima y el suelo privilegiados de los reconocidos viñedos de Trevizzo, que bordean Venezia y Veneto, sino a sus delicadas uvas: las Glera, quienes son las principales y verdaderas protagonistas de la marca.
El método Charmat, característico de Italia, es el punto de fusión de Stelle pues después de la elaboración de su vino blanco base, se introduce en un tanque de acero inoxidable, sellado y presurizado, donde pasa por una doble fermentación (de al menos 6 meses) y durante la cual se libera dióxido de carbono en forma de vibrantes burbujas.
“Siempre nos hacen hincapié en lo que diferencia al Prosecco de la Champaña y todo radica en que la producción de la segunda es más compleja y lleva más tiempo, por lo que el precio es más alto”, destacó. “El champán permite el uso de uvas Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier y la producción requiere una fermentación secundaria en la botella, conocida como el Methode Traditional que puede durar hasta 9 meses”, puntualizó.
El champán se embotella a un mínimo de 6 atmósferas de presión, lo que da lugar a burbujas consistentes, mientras que el Prosecco se puede hacer a tan solo 1 atmósfera. Esta menor presión hace que la burbuja sea más espumosa y se disipe más fácilmente.
Y si se trata del sabor, el Prosecco es una bomba de fruta. Puede tener notas de melocotón, manzana, pera, melón y crema, combinadas con intensos aromas florales. El champán sabe más a cítricos, almendras y brioche.
“Todo este proceso es total y absolutamente italiano, pero el alma que lo compró y adquirió es venezolana”, subrayó Lizardo. “De aquí sale todo lo demás: desde el color de cada botella, el logo, las letras, los diseños… Toda la manufactura y el branding está hecho en la Casa Stelle Venezuela”.
“Esto no tiene cabida en el país”
La llegada de Stelle & Fortuna a Venezuela, actualmente, representa el inicio de un nuevo estilo en la aproximación de la altísima calidad y el más asequible refinamiento para un público joven, elegante, conocedor y dispuesto a disfrutar en cada momento las sofisticadas burbujas del portafolio privado de la casa.
El cargamento llegó en mayo de 2019 con tres productos clásicos que fueron los que nacieron con Estelle: Extra Dry, Brüt y Rosé.
Pero no todo fue color de rosa.
“¿Y si se nos queda todo varado?”, recordó Lizardo mientras buscaba la manera de explicar el salto de fe que tanto ella como su mamá tuvieron que dar antes de aventurarse a traer los productos al país. “Mi amor, no importa, me dijo mi mamá. Abrimos todas las botellas, nos lanzamos a la piscina y nos bañamos en ellas si no funciona”, añadió.
Lo más difícil que han tenido que enfrentar hasta la fecha es que la gente creyera en el producto; que la botella fuese colocada en una mesa y fuese probada.
“Si es malo el producto, me lo devuelves con confianza”; con esa frase Beba Lizardo frecuentemente abordaba a quienes desconocían la marca y su sabor. ¿Lo mejor de todo esto? Nunca nadie se lo devolvió.
“Los comenzamos a llevar a restaurantes, fiestas de amigos y conocidos, reuniones familiares. Como anécdota, les puedo contar que nunca nadie lo probó, ni siquiera nosotros, antes de llegar”, destacó. “Todo esto fue un verdadero salto de fe porque ya las bebidas estaban embazadas y selladas. No estuvimos en las pruebas ni en la formulación. El primer contenedor que llegó fue el que nos permitió probar el resultado final”, reveló.
En aquel momento, hace casi 3 años, descubrieron que todo fluiría de la mejor manera posible para la marca. “Y parece mentira, pero todo estuvo absolutamente bien; podríamos decir que hasta mejor que eso”, advirtió.
Portafolio: espuma y ‘falsos’ aperoles
Tres fue el número mágico pues, exactamente, esa era la cantidad de botellas iniciales que Italia les exigía para poder aceptarlos como marca.
- Rosé: pinot noir; espumoso. En boca es seco, astringente pero delicadamente aterciopelado, fresco, afrutado, con diversas sensaciones de fresas rojas.
- Extra Dry: absolutamente amigable, característico de Extra Seco D.O.C., que se siente maravillosamente suave. Dulce pero no empalagoso.
- Brüt: extraordinariamente agradable y satisfactorio, ligero, delicado y persistente; afrutado, con el perfume característico de la manzana verde dorada.
Hoy día, gozan de una amplia gama de productos entre los que destacan los Grand Cuvée, que no son proseccos. Estos pasan 7 meses procesándose en un tanque de acero inoxidable y son los que tienen “más target” en toda la línea pues se parecen un poco más a la champaña.
Pueden disfrutarse en dos presentaciones: Rosé, de intenso sabor a fresas y cerezas maduras, dejando un gusto que reverbera el delicioso recuerdo de los frutos del bosque y el Brüt, donde la manzana verde y la pera se destacan en las frutas, al igual que el pan tostado y la vainilla de manera intermitente, sedoso, insistentemente fresco, afrutado en toda su extensión.
Así mismo, cuentan con la presencia de Stelle Naranja, una de sus botellas más vendidas en el mercado,
“Este es un prosecco al que se le suma bitter (amargo en español) de naranja”, señaló Lizardo. Éste se extrae de las más jugosas naranjas sicilianas que son, actualmente, las más exquisitas en Europa y el mundo.
“No tienen semilla y son dulces por excelencia”, puntualizó. “Nos tardamos en hacerlo alrededor de 4 meses. Luego se agrega el prosecco Stelle y listo. No necesitarás nada más sino tu gran copa llena de hielo”.
Está disponible en dos presentaciones, el Forte para aquellas personas que aman el sabor amargo y concentrado; el Ice, “la frescolita” para las mujeres que es el menos concentrado.
Algo que es importante recalcar sobre esta bebida, es que tienden a conocerse mundialmente como el típico Aperol, pero esto es una simple y bastante común confusión. “Aperol es la marca, no la bebida”, aclaró María Alejandra. “La bebida es el spritz, que es la típica de verano en Italia”.
Qué los diferencia del resto
Estelle, no tiene aditivos ni fermentos químicos; todo es natural.
“Esto es importante a la hora de consumirlos porque no te dejan resaca ni dolor de cabeza. Puedes tomarte las botellas que desees y, te seguro, no habrá efectos colaterales”, destacó su embajadora, Beba Lizardo.
Es un producto de calidad y sabor excepcional, certificado por mentes y paladares brillantes. Además, es súper amigable con los alimentos, pues combina muy bien con entradas, embutidos, frutos secos y recetas ligeramente picantes.
“Tienes una variedad de edades y gustos increíbles. Además, el maridaje que se puede conseguir con nuestras botellas no tiene comparación”, reiteró.
A pesar de la pandemia
Con un portafolio que ha logrado adaptarse al sofisticado y cambiante mercadeo europeo y, claro está, al venezolano, Stelle y Fortuna puede decir con seguridad que logró atravesar la difícil situación que se vivió en el 2020 debido a la pandemia y conquistó el corazón de los venezolanos. De hecho, sus ventas desde que se declaró estado de emergencia en el mundo, siempre fueron en crescendo y jamás decayeron.
“Literal, la foto de una botella con un tapabocas fue lo que impulsó el negocio. El slogan era: te la llevamos hasta tu casa”, recalcó Lizardo. “Y así fue, en tiempos en los que la situación estaba tan gris para todos en el mundo, nosotros pudimos sortear algunos de esos escenarios y salir airosos en el proceso”, señaló.
Recuerda como muchas de las casas licoreras en el país no estaban del todo convencidas de apostar a la marca. Sin embargo, supieron cómo aprovechar el hecho de que estas mismas casas se estaban quedando sin inventario.
“Nosotros teníamos un contenedor repleto de producto que podía ser aprovechado al máximo y entonces, las casas que en un principio no nos querían; que no confiaban en un producto desconocido, nos abrieron las puertas para llegar a los hogares venezolanos”, destacó.
Con esto también vinieron oportunidades de entrar al mercado como ninguna otra marca.
“Parece mentira, pero en pleno encierro, la gente quería tomar espumantes. Solo eso. Ahí es cuando te preguntas, ¿por qué Venezuela? Y ante esto, tengo solo una simple respuesta, ¿por qué no? Nosotros sabemos reinventarnos como nunca y como nadie”.
Para María Alejandra “Beba” Lizardo, este es el país del TNT, donde todo es posible; pues todo lo que se hace y se logra aquí, no se podría hacer tan fácilmente en otro lugar.
Una prueba de esto es la Puerta 26 del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, justo al lado de Carolina Herrera, donde la marca Stelle y Fortuna se convirtió en la única tienda de espumante en Venezuela con una tienda en Maiquetía.
Nació en plena pandemia y su servicio exclusivo y súper moderno en vez de estancarse, creció a pasos agigantados.
Tres palabras
Stelle & Fortuna es la representación del éxito del winemaking del Siglo XXI , donde se respeta la escuela de los maestros artesanos de los más antiguos viñedos del Veneto pero Beba Lizardo tiene 3 palabras que describen mejor su marca: bella, elegante y poderosa.
«Bella, porque todas las botellas te incitan a comprarlas. Sostener una Stelle, es tener arte en las manos. Poderosa porque se hizo y se levantó en familia; detrás de ella hay un grupo de personas exitosas y profesionales brillantes siempre conectadas con un único fin», destacó.
Finalmente, desborda elegancia porque tiene una característica de perfección que nadie puede quitársela. «Nada es perfecto, pero Stelle se le acerca».
Ya no son 7 sino 14
Una nueva línea de vinos y moscatos llegará pronto a Venezuela y el mundo… Pero esa es otra historia.
Continuará…