Por Ronald Feo
Para iniciar esta disertación escrita es importante definir a las TIC, las cuales originariamente se llaman Tecnologías de la Información y la Comunicación. Las TIC son herramientas que permiten la adquisición, producción, almacenamiento, tratamiento, comunicación, registro y presentación de informaciones digitalmente, en forma de voz, imágenes y datos contenidos en señales de naturaleza acústica, óptica o electromagnética. Las TIC al incrementar la presentación de los materiales didácticos, añaden calidad al proceso de aprendizaje, y a la organización docente. En correspondencia a esta afirmación los sistemas educativos y mucho más específico como lo son los centros de formación formal e informal están llamados a concebir espacios de desarrollo intelectual, de las competencias profesionales y de la autonomía del pensamiento y el accionar. Una respuesta a dichas demandas es la transformación de los esquemas educativos tradicionales mediante el uso de las TIC, como herramientas para generar procesos educativos en nuevos entornos virtuales de aprendizaje.
Una de las secuelas directas de las TIC y su incorporación al ámbito educativo, es la creación e implementación de entornos didácticos de aprendizajes basados en tecnologías no tradicionales como el lápiz y el papel, la pizarra y sobre todo el encuentro presencial como método para enseñar y aprender.
A partir de la premisa anterior, es indispensable aclarar que los entornos didácticos son espacios dónde se generan las situaciones comunicativas dirigidas a la formación, construcción y adquisición de los conocimientos. Los entornos didácticos son aquellos que se han venido implementando desde hace muchos años para los procesos de enseñanza y aprendizaje como lo son las aulas de clases con todos sus elementos acostumbrados, el pizarrón, el docente de clases y quizás la incorporación de algunos otros medios como la proyección de videos, rotafolios, módulos de enseñanza, entre otros. Ahora bien, en las últimas décadas se han incorporado al quehacer educativo nuevas prácticas, mucho más tecnológicas y por lo cual promueven la creación de nuevos entornos didácticos que afectan de manera directa tanto a los actores de los procesos educativos y su escenario.
La incorporación tecnológica centrada en las TIC ha generado la denominación de los Entornos Virtuales de Aprendizaje (EVA) estos escenarios virtuales consisten en espacios con funciones asociadas a la labor educativa, desarrollados a través de las aulas virtuales, las cuales representan sitios personalizados con herramientas elegidas por su administrador para desarrollar los procesos instruccionales. Un EVA es un espacio abierto, donde se facilitan estrategias y recursos pedagógicos necesarios y complementarios para apoyar el logro de los aprendizajes, que puede favorecer la actividad y el desarrollo de conocimientos de los estudiantes en su formación, además de facilitar al docente un papel de mediador y tutor más que de simple evaluador y ejecutor de los contenidos teórico-prácticos, donde se debe tener en cuenta el modelo formación a emplear.
A modo de resumen se pueden enumerar algunas características esenciales de los EVA que permiten su trascendencia en los sistemas educativos a nivel mundial, regional y local:
1.- Es un ambiente electrónico constituido por tecnologías digitales.
2.- Su entorno es la red y su acceso a sus contenidos se ejecuta a través de dispositivos con conexión a la Internet.
3.- La relación didáctica no es a través de diálogos “cara a cara” (como en la enseñanza presencial), sino por diálogos simulados que no necesitan la mediación presencial y el contacto físico. El medio esencialmente es la tecnología digital.
4.- Es el producto de un diseño, no una mera acumulación de páginas HTML sin relación.
5.- Los EVA son espacios sociales lo que genera la interacción de estudiantes y tutores hacia una construcción conjunta de conocimientos.
6.- Promueven la autonomía en el aprendizaje, por la configuración que implica estudiar en una modalidad a distancia.
7.- Los procesos de comunicación son sincrónicos y/o asincrónicos y los mismos pueden desarrollarse a través de variados lenguajes: oral, escrito, hipertextual, audiovisual, entre otros.
Los Entornos Virtuales de Aprendizaje (EVA) poseen una alta proyección hacia la transcendencia en los sistemas educativos propios del siglo XXI de ahí que se puede mencionar cuatro aspectos fundamentales apegados a su transcender educativo en pro del desarrollo humano y del conocimiento: (a) La «interactividad» concibe a las formas en que los EVA propician la interacción de los estudiantes tanto con los materiales de enseñanza como con otros participantes, los EVA se proponen como entornos interactivos de construcción de conocimiento; (b) la flexibilidad permiten que el EVA se adapte fácilmente a la estructura institucional, los planes de estudio, los contenidos y estilos pedagógicos de la institución en donde se quiere implantar; (c) la escalabilidad, permite la atención de grupos de estudiantes pequeños o grandes, sin afectar las estrategias y la propia gestión del EVA; y (d) la estandarización la cual permite la importación y exportación de aulas virtuales en formatos estándar como SCORM (Formato Empaquetado de Objetos de Contenidos Compatibles).
En definitiva, los EVA favorecen los procesos de enseñanza y aprendizaje ya que muchos estudiantes y profesores al ser impulsados a vivir en un mundo global, gracias a las TIC ir y venir al recinto escolar se ha convertido en sinónimo de obstáculo, una inversión económica y hasta de tiempo. Los EVA permiten la flexibilización de la educación rígida, presencial, facilitadora para dar paso a los EVA como algo tangible de desarrollo del talento humano.