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Han estimado los demógrafos que en 1800, la población humana rondaba los mil millones. Ciento sesenta años más tarde -el período comprendido entre ese 1800 y 1960- ese número se había triplicado. Para volver a triplicarse, pasar de los 3 mil a los 9 mil millones, necesitará muchos menos años: 85. Casi la mitad. Así, de seguir las tendencias como van, en el 2045 seremos 9 mil millones y, quince años después -en el 2060-, alcanzaremos la cifra umbral de los 10 mil millones.

Estudiosos de las más variadas disciplinas se preguntan por los efectos que tendrá sobre la Tierra y sobre la convivencia semejante crecimiento poblacional. Se preguntan sobre la capacidad humana de producir y distribuir alimentos; sobre la disponibilidad de fuentes de agua; sobre la explotación o sobreexplotación de los recursos naturales, sobre las capacidades de las economías y de las instituciones para dar trabajo y prestar servicios a una cantidad tan pavorosa de personas, cada una de ellas con específicas necesidades. A todo lo anterior viene a sumarse ahora la revolución digital: complejísimo escenario de innumerables ventajas, pero también fuente de una creciente inquietud, por los efectos que la robotización tendrá sobre el empleo. Algunas de las proyecciones que existen al respecto son realmente alarmantes.

Ante preguntas como, ¿dónde viviremos?, ¿en qué condiciones?, ¿bajo cuáles expectativas laborales y sociales?, hay una casi total coincidencia en la respuesta: nos congregaremos en redes urbanas. Las estimaciones dicen que hacia 2050, entre 65 y 80% de las personas vivirán en ciudades. Apenas en 1900, hace 120 años, solo 13% de la población del mundo vivía en ciudades.

Megaciudades en alza: 50 en el 2050

El crecimiento en la densidad de la población mundial es un fenómeno que comenzó en 1930 e hizo posible la adhesión del término Megaciudad. La primera en entrar en esta categoría fue Nueva York. A partir de allí y en razón de múltiples razones económicas, políticas y sociales, unas 30 urbes se han incorporado a la lista, entre ellas Osaka, Delhi, Shangai, Karachi y Tokio. Esta última ha cuadruplicado su número de habitantes, rebasado sus capacidades.

Según informes y estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas, si el mundo continúa con la escalada migratoria del campo a la ciudad, hacia 2030 se habrán incorporado al ranking de 40 megaciudades otras 10, en su mayoría del continente asiático y en total, 730 millones de urbanitas vivirán en ellas.

Transformación profunda hacia 2050

Planificadores, empresas, sociólogos, políticos y ciudadanos, coinciden en que las urbes serán el hogar por excelencia de la humanidad, con una proyección de grandes cambios hacia 2050. Uno de los sectores más afectados por la exigencia de transformación será el transporte, por las altas tasas de contaminación que hoy genera. Asia y África, serán los dos continentes que originarán la superpoblación. América Latina también, pero en menor medida. Algunos países, como España y Japón, se preparan para afrontar una emergencia distinta e inversa: la entrada en una etapa de invierno demográfico (paulatina caída de la población, dado que el número anual de muertes superan a los nacimientos).

Si 70% de las personas vivirán en ciudades, dentro de tres inminentes décadas. ¿Se podrán construir las viviendas que se necesitan para esa expansión? ¿Podrán crecer las ciudades para incorporar la llegada de constante de nuevos habitantes provenientes de campos, aldeas, pueblos y pequeñas ciudades?

Espacios públicos y hacinamiento

Las grandes concentraciones que se avecinan y que ya están en marcha, planteará otros desafíos: el desarrollo, gestión y mantenimiento de los espacios públicos. Espacios públicos que, además, deberán responder a criterios de biodiversidad y sostenibilidad.

¿Faltará espacio? Sin duda. Y en ese aspecto, en ciudades como Nueva York, se estableció un acuerdo: más pisos en los rascacielos para ganar metros en áreas verdes o de esparcimiento. Las megaciudades están ganando el cielo por su crecimiento vertical. En Chicago los edificios comerciales y de oficinas deben invertir el 1% de su presupuesto en arte. Esculturas y murales son instalados en espacios estratégicos como posibilidad de sumar calidad de vida los ciudadanos. La idea de algunos arquitectos se resumiría en la creación de urbanismos más democráticos, que promuevan la mezcla de razas y culturas.

Transporte y salud pública

No es un secreto que el tránsito automotor, con el incremento poblacional tiende a crecer en escandalosas proporciones. No obstante, también recrudece la proporción de elementos contaminantes que atenta contra la calidad del aire. Uno de los sectores que sufrirá una verdadera y profunda transformación hacia las próximas décadas será el transporte. Se han ejecutado ciertos planes progresivos para ir desalojando de los centros urbanos, la circulación indiscriminada. El uso de bicicletas o las opciones de trenes y autobuses eléctricos ya están en marcha en Londres, Nueva York y otras urbes super pobladas. En Delhi, por señalar un ejemplo, el grado de contaminación afecta a cada habitante como si fumara 50 cigarrillos al día. La movilidad verde será la estrella del desplazamiento del futuro.

África adelantada

Todos los estudios supervisados por la ONU acerca de megaciudades y demografía coinciden en que el continente africano camina, a un imperceptible pero acelerado crecimiento en la densidad de su población. Las cifras ubican un estimado de crecimiento de más de mil millones de personas en el continente africano, tomando en cuenta la migración del campo a la urbe y las tasas de natalidad.

Bamako, la capital de Mali, fue elegida como la población más vulnerable donde el hacinamiento, la mala planificación y el colapso de servicios no se han hecho esperar. Otras ciudades como Dar Es Salaam de Tanzania, Lagos o Kinsasa le siguen los pasos a Bamako, lo que genera preocupación internacional.

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Ranking de las megaciudades en el 2050

Con respecto al ranking actual, el listado de las mayores megaciudades del 2050, sufrirá algunas importantes modificaciones con respecto al ranking de hoy. En el cuadro que sigue -que contiene cifras aproximadas- se puede apreciar los cambios que, probablemente, se producirán:

 Mayores megaciudades 2020 Mayores megaciudades 2050
Tokio: 37-38 millones.Bombay: 43 millones.
Delhi: 30-31millones.Delhi: 37 millones.
Shangai: 26-27 millones.Dakha: 36 millones.
Sao Paulo: 21-22 millones.Kinshasa: 36 millones.
Ciudad de México: 21-22 millones.Calcuta: 33-34 millones.
Dakha: 20-21 millones.Lagos: 32-33 millones.
El Cairo: 20-21 millones.Tokio: 32-33 millones.
Pekín: 20-21 millones.Karashi: 31-32 millones.
Bombay: 20-21 millones.New York: 27-28 millones.
Osaka: 19-20 millones.Ciudad de México: 24-25 millones.

 

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Proyecciones demográficas al 2050

Con los países del continente africano y asiático a la cabeza, las estimaciones más generales en cuanto al crecimiento demográfico mundial, estiman que hacia el 2050 alcanzaremos una cifra de 10 mil millones de habitantes. Hoy en día somos casi 7.9 mil millones aproximadamente, con un factor de 0.5, de predominio de los hombres sobre las mujeres. Si esta tendencia se cumpliese, en el 2100 unos 11 mil millones de personas habitarán el planeta en ese momento.

Una variable inevitable a tomar en cuenta en las proyecciones son los índices de natalidad. La calidad de vida y los procesos eficaces de lucha contra los efectos del cambio climático, van a determinar en gran medida no sólo la supervivencia de la especie sino también la cantidad de personas que harán convivencia en las llamadas ciudades inteligentes.

Un informe recientemente publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), señala el fenómeno de envejecimiento de la población mundial. Hoy, una cada nueve personas es mayor de 60 años. Sin embargo, hacia 2050, la proyección habrá cambiado de forma muy significativa: una de cada cinco tendrá más 60 años. Y, en conjunto, esos mayores de 60 años serán más numerosos que los menores de 15 años. La histórica pirámide poblacional habrá dejado de retratar la demografía planetaria.

Pero solo con estas dos variables contrastadas, Natalidad y Envejecimiento, es improbable realizar un pronóstico más o menos confiable del rumbo que tomarán las cosas. La pandemia del covid19, las devastaciones causadas por el cambio climático, la ferocidad de las catástrofes naturales, el aumento del nivel del mar, los cambios en las tendencias sociales, son todos factores que podrían alterar hasta las más rigurosas estimaciones.

En términos generales, algunas de las expectativas que hay son las siguientes:

-China podría perder su condición de país más poblado del mundo, desplazado por la India, de acuerdo a un informe de la ONU, de junio de 2019.

-Se calcula que la población de la África Subsahariana se duplique hacia el 2050.

-La tasa de fecundidad, que viene disminuyendo desde comienzos del siglo XX (3,2 nacimientos por mujer en 1990), y que en 2019 promediaba 2,5 por mujer, bajará todavía más: 2,2 en 2050.

-La tasa global de esperanza de vida al nacer, que actualmente está alrededor de 72,5 años, superará los 77 años en 2050.


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