La semana pasada el gobierno de Donald Trump congeló todos los activos de la gestión de Nicolás Maduro en Estados Unidos, lo cual hizo que funcionarios norteamericanos aumentaran las amenazas contra empresas que negocian con Venezuela.

Las sanciones generaron mucho temor en esas compañías, al pensar que Washington cumplirá las amenazas de sancionar a empresas individuales, además de limitar las transacciones bancarias solo para evitar ese riesgo según indicaron las fuentes.

La Casa Blanca impuso en enero un conjunto de sanciones a Pdvsa, por considerar ilegitima la reelección de la administración oficialista.

El 5 de agosto se emitió una orden ejecutiva que no sancionó explícitamente a las empresas no estadounidenses que hacen negocios con Pdvsa, incluidas compañías como Total SA de Francia, Equinor ASA de Noruega y Repsol SA de España, así como clientes rusos y chinos, informó Reuters.

En cambio sí se ejecutó la orden de congelar los activos en territorio estadounidenses de cualquier persona o compañía que se determine que ha “asistido materialmente” al gobierno venezolano.

A eso se añadió un lenguaje similar en las sanciones en enero, aunque John Bolton, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, expresó la semana pasada que las medidas más recientes significan que las empresas tienen la opción de hacer negocios con Venezuela o Estados Unidos.


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