Productores del licor artesanal cocuy, hecho de agave, atraviesan momentos difíciles debido a los limitados cultivos silvestres y el intenso proceso de mano de obra para hacer la bebida sin aditivos. Eso está complicando los esfuerzos para aumentar la productividad, señala un reportaje de Reuters.
Marcas de cocuy estiman que la producción es de alrededor 30.000 litros anuales en el estado Lara, mientras que una en Falcón produce al menos 6.000 litros.
Como gran parte del producto está destinado al consumo local, no existen datos anuales sobre la producción o las ventas en el teritorio nacional.
Sin embargo, se conoce que estas cifras están lejos de lograr, por ejemplo, los niveles de producción de ron, uno de los licores más famosos de Venezuela, que alcanza los 8.000.000 de litros cada año, según su asociación promotora.
Un litro de cocuy 100% agave, indicó Reuters, puede venderse entre 18 y 60 dólares, mientras que su producción tiene un costo promedio de 12 dólares, sin contar los gastos relacionados con la comercialización.
Los licores de caña como el ron generalmente se venden por menos, entre 3 y 5 dólares el litro.
“Para poder exportar necesitamos dinero para ampliar la producción y el capital humano, para que tengamos stock suficiente para ofrecer al mercado internacional”, dijo María Eugenia Durán, gerente general de la marca Magno, a la agencia.
“También hay una necesidad de financiamiento para la investigación del desarrollo de cultivos”, agregó.
Generalmente, toma de 8 a 10 años para que una planta de cocuy madure.
Guillermo Camacaro, productor de Lara, dice que ha logrado cosechar en cinco años sembrando su cultivo en un vivero y luego trasplantando.
“La mayoría de nosotros no tenemos suficiente tierra para hacer siembras masivas de cocuy. Eso es vital para hablar de exportaciones”, dijo.
De los 365 productores de cocuy de Lara, solo 70 elaboran el licor con 100% de agave.
“Estamos en presencia de un producto exclusivo. Merece reconocimiento el costo de hacer un litro de cocuy”, expresó el productor Héctor Pineda.
Eso se contrasta con el reconocimiento internacional que ha logrado el licor artesanal, que ha obtenido los principales premios en competencias recientes.