Una madre tuvo que bajarle el ruedo al pantalón viejo del colegio de su hijo porque no tenía para comprar uno nuevo, el sueldo mínimo que gana no le alcanza para “darse el lujo” de adquirir otro. La historia se repite en las calles caraqueñas cada día más.

Las dificultades económicas mantienen a los venezolanos en búsqueda de constantes soluciones. La compra de los uniformes en años anteriores no representaba un gasto extraordinario, pero ahora una familia con un solo niño necesita más de 350.000 bolívares, es decir, al menos cuatro salarios mínimos para adquirir una camisa, un pantalón, un par de zapatos, un suéter y medias para toda la semana.

Debido al alto costo de los uniformes, producto de la crisis económica que atraviesa Venezuela, los padres y representantes han iniciado una aventura para poder adquirir las prendas escolares para el período 2017-2018. Incluso han llegado a reciclar las piezas de los años anteriores, porque el salario mínimo de Bs 97.531, vigente desde el 1° de julio, no alcanza para comprar útiles y uniformes.

Compradores de las tiendas de Sabana Grande y Chacaíto aseguran que la edad más difícil es la del ciclo básico (1ero a 6to grado), pues los niños se encuentran en crecimiento constante y deben renovar los uniformes obligatoriamente, incluso hasta dos veces por año escolar.

“Mi hija está en 5to grado y se echó un estirón, tengo que comprarle aunque sea un pantalón escolar”, dijo una mujer que veía los precios en la vitrina de una tienda.

La preocupación es visible en la cara de los padres cuando observan un pantalón escolar de gabardina con un precio que oscila entre 100.000 y 150.000 bolívares. Es el más costoso y solo se puede comprar al invertir un sueldo mínimo y medio.

Los padres han buscado diferentes alternativas para obtener estas prendas sin tener que gastar todo el ingreso mensual. En vez de comprar piezas nuevas, el “acomodo” de ropa se hace presente como una “solución”.

“Le tuve que bajar el ruedo al pantalón de mi hijo y usará los mismos zapatos, están casi nuevos, sólo compraré la camisa”, respondió una mujer que, acompañada de su esposo, miraba los precios en una feria en Chacaíto.

Las camisas escolares se encuentran entre 35.000 y 50.000 bolívares, lo que representa 35,8% y 50% del salario mínimo. Mientras que el suéter azul oscuro, tiene un costo entre 80.000 y 160.000 bolívares.

Los zapatos escolares son los artículos más costosos: sus precios se ubican entre 100.000 y 180.000 bolívares en zonas populares. Las medias se venden en “combo”, un paquete de tres pares cuesta desde 25.000 bolívares hasta 40.000 bolívares.

En un año una chemise costaba 4.500 bolívares, en la actualidad su precio es de 35.000 bolívares (la más económica), lo que se traduce en un incremento de 677%, casi siete veces más | Foto: Omar Véliz | Archivo El Nacional.

La crisis económica golpea fuertemente el bolsillo de los venezolanos. En años anteriores las ferias de útiles y uniformes escolares tenían gran afluencia de personas, pero actualmente están casi vacías a pesar de que en pocas semanas iniciará el nuevo año escolar.

Al preguntar por las dificultades para comprar, un padre aseguró que pidió un crédito al banco porque no le alcanza su salario para comprar todo lo necesario.

La decisión más difícil de las familias venezolanas de cara a este nuevo año escolar está entre comprar los uniformes o comprar comida. Con una canasta básica que sobrepasa el millón de bolívares, las familias han establecido prioridades y los uniformes pasan a un segundo plano.


En cifras: 

Un pantalón de gabardina: 100.000.

Una camisa chemise: 35.000.

Un par de zapatos negros: 100.000.

Suéter 80.000.

Medias para toda la semana 50.000.

Total: 365.000*.

* Este cálculo se basa en los precios más económicos y no incluye uniforme de Educación Física, camisetas o ropa íntima.



El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!