Un superpetrolero iraní que transportaba alrededor de 2 millones de barriles de condensado comenzó a descargar esta semana en el principal puerto de la estatal Petróleos de Venezuela, reseñó Reuters, según un documento de la compañía y los servicios de rastreo de petroleros.
El buque de bandera iraní Starla, propiedad y administrado por la estatal Compañía Nacional de Petroleros Iraníes, llegó a aguas venezolanas el viernes, señaló un cronograma de importaciones y exportaciones de Pdvsa al que tuvo acceso la agencia de noticias.
Apagó su transpondedor en diciembre antes de partir del puerto iraní de Tombak. Lo asistieron remolcadores el lunes en su aproximación al puerto José, en el estado Anzoátegui, según el servicio de monitoreo TankerTrackers.com.
El medio especializado en rastreo también confirmó la identidad del superpetrolero.
Pdvsa y la estatal Compañía Nacional de Petróleo de Irán iniciaron en la segunda mitad del año pasado un acuerdo para intercambiar condensado iraní por crudo pesado. El pacto ha demostrado ser clave para sostener la producción de Venezuela, que necesita diluyentes, incluido el condensado, para el transporte y las exportaciones.
El año pasado intercambiaron unos 4,82 millones de barriles de condensado por 5,55 millones de barriles de crudo pesado. Los transportaron en su mayoría en buques con bandera de Irán. El condensado es un aceite extremadamente ligero, señaló Reuters.
Las dos empresas estatales están bajo sanciones estadounidenses.
Irán y Venezuela también han intercambiado gasolina iraní por combustible para aviones venezolanos. Esto a través de un acuerdo que comenzó en 2020 y que ha ayudado a aliviar la escasez de combustibles para motores en la nación suramericana.
Demora en la entrega
Reuters informó que, como parte de los términos del canje, se esperaba la entrega de condensado en diciembre. Pero documentos internos de Pdvsa señalaron que la falta de almacenamiento de petróleo y los cuellos de botella en José generaron demoras.
La falta de capacidad de almacenamiento en tierra, que ha obligado a la estatal venezolana desde el año pasado a recurrir al almacenamiento flotante, también llevó a la compañía a reanudar recientemente las exportaciones a Asia de crudo diluido, una mezcla de petróleo extrapesado y condensado.