Dólar / salario privado
Foto: EFE

El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) afirmó este jueves que el salario promedio en el sector privado de Venezuela fue de 101 dólares en el primer trimestre de 2022, lo que considera una «mejoría» con respecto al mismo período de 2021.

«En mayor detalle, en marzo de 2022, el salario promedio del sector privado fue 108,7 dólares, el cual se descompone de la siguiente manera: 234,7 dólares para gerentes, 152,7 para profesionales y técnicos y 100 dólares para obreros». Así lo indicó el OVF en un comunicado divulgado en su página web.

Sin embargo, indicó que si se ajustan esos niveles salariales por el alza de precios en dólares de bienes y servicios, se obtiene que el salario promedio pasó «en marzo de 2022 de 108,7 dólares a 98,2 dólares. Lo que sugiere una pérdida de la capacidad adquisitiva de esos salarios, motivado en la apreciación del tipo de cambio real».

Indicó que esto provoca una merma en el poder adquisitivo de las remuneraciones en divisas.

«Esos resultados se corresponden con el aumento sostenido que se observa en el proceso de dolarización transaccional de la economía venezolana», explicó.

El OVF señaló que en diciembre de 2021, 26,6% de los precios en el comercio se fijaron en dólares. Cifra que aumentó hasta 42,4% en marzo de 2022.

Dólares

«Por su parte, el pago a los proveedores en dólares se incrementó desde 46,9% en diciembre de 2021 a 51,1% en marzo de 2022. Sin embargo, la cifra relevante la constituye 98% de los comerciantes que piensan fijar sus precios en dólares aunque por restricciones legales o de otro tipo no lo puede hacer», agregó.

Sobre el pago de los salarios en el país, el OVF sostuvo que 69% se canceló en dólares al cierre de marzo, y en términos de bolívares los salarios reales aumentaron 1,6% entre diciembre y marzo.

«Ese proceso de dolarización ha persistido a pesar del esfuerzo de las autoridades económicas por aumentar el uso y la demanda de bolívares», subrayó.

El observatorio indicó que en el fondo subyace la «desconfianza» en el bolívar en su rol de reserva de valor ante el evento de un «rebrote de la inflación».


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