Degustar el sabor de la Navidad quedó en el recuerdo. Servir la mesa navideña para una familia de 5 miembros con hallacas, ensalada de gallina, pernil, pan de jamón, torta negra, con ponche crema y vino, cuesta 36.146,5 bolívares lo que representa más de 8 salarios mínimos de 4.500 bolívares. Hace un año una cena navideña, también para 5 personas, tenía un costo de 8.303.670 bolívares fuertes, que serían 83 soberanos; es decir, un incremento de 43.450%.

Roberta de Landa, consumidora que se encontraba en un supermercado del este de Caracas, afirmó que lamentablemente no podrá preparar ni una hallaca. La pensión que percibe y los ahorros que le quedan le alcanzan para comprar nada más que los medicamentos que necesita su madre, quien pronto cumplirá 91 años de edad. “Ya no tenemos Navidad, nos la dejamos quitar. ¿Qué puedo poner en el plato navideño? Las medicinas de mi mamá, si las consigo. Mi esposo murió hace año y medio por no tener los medicamentos”, recordó. Añadió que anteriormente elaboraban hallacas, pernil, pollo, pavo, ensalada de gallina, pescado y más para la cena navideña. “Venía gente a la casa, comprábamos vino, de todo”, evocó con nostalgia.

La hiperinflación, que ya lleva un año haciendo estragos en el poder adquisitivo de los venezolanos, aleja de la mesa cada día más los platos típicos que normalmente se consumían en la cena navideña. Comerciantes en el Mercado Municipal de Quinta Crespo, que pidieron no mencionar sus nombres, señalaron que las ventas siguen flojas y que la gente compra cantidades mínimas de los ingredientes para elaborar los platos del menú de las fiestas. “Los pasillos siguen vacíos. En esta fecha, hace tres años, no se podía circular porque estaban atestados de personas”, aseguró el dueño de un puesto de charcutería.

Para la elaboración de una hallaca, que hasta el viernes tenía un costo de 1.131 bolívares frente a los 839 bolívares de hace una semana, los ingredientes que más aumentaron fueron las pasas y las alcaparras pues en solo 7 días sus precios subieron de 6.000 a 8.000 bolívares, que representan casi 2 salarios mínimos o 2 meses de pensión.

Mariela Fernández, pensionada de 65 años de edad, relató con lágrimas en los ojos: “Mi hijo, que se fue de Venezuela el año pasado, me transfirió el dinero para poder hacer las hallacas y comprar otras cosas para pasar la Navidad”. Petra Rodríguez, ama de casa, dijo que harán unos bollitos sencillos. “La familia no quiere que este año la Navidad pase por debajo de la mesa”.

Daniela Méndez, profesional y ama de casa, narró que siempre encarga las hallacas porque no tiene tiempo para hacerlas. “La semana pasada, la señora que me las vende me dijo que cada hallaca costaba 1.300 bolívares, pero el viernes las subió a 2.100. No sé a cómo las cobrará el 24 de diciembre”, dijo. En un negocio, en la avenida principal de La Carlota, el tradicional alimento navideño costaba el viernes 1.500 bolívares.

En panaderías de Caracas puede conseguirse pan de jamón hasta en 6.000 bolívares. El encargado de un establecimiento, ubicado en la avenida principal Lomas de Chuao, afirmó que el costo de la preparación del producto es cada vez más elevado. Hace 3 meses un kilo de aceitunas lo compró en 660 bolívares, y recientemente lo vio en 9.500 bolívares, y el de jamón, que valía 330 bolívares, ahora está casi en 4.000 bolívares el kilo.

“Las ventas bajaron 3 cuartas partes en comparación con el año pasado”, aseguró, y para ilustrar ese descenso dijo que para esta fecha en 2017 vendía diariamente, en promedio, entre 30 y 40 panes de jamón. Ahora solo 10 o 15 unidades.

Como a Roberta de Landa, la angustia que abruma a Lisbeth Machado en estas navidades, una consumidora que estaba en la panadería, es la escasez y los altos precios de los medicamentos. “Mi papá, ex empleado de Pdvsa, está alucinando porque no se consiguen todas las medicinas. Ahorita acabo de comprar un blíster de 10 pastillas, que dura exactamente 10 días, y me costó 10.000 bolívares, 1.000 diarios”, expresó. Ella se vio obligada a reducir la cantidad de kilos de pernil que compraba anteriormente.

Lo mismo lo dijo Mary Reyes, mientras guardaba en una bolsa de plástico pocas cantidades de hortalizas que adquirió en un supermercado del este de la ciudad. “Pienso que sí va a disminuir la cantidad de comida, en comparación con la que preparábamos antes. Lo haremos, pero ya no invitaremos a mucha gente y tampoco va a sobrar como antes”. Afirmó que ha advertido que son muy elevados los precios de los ingredientes para preparar la ensalada de gallina. El más costoso es este último, que vale 10.200 bolívares el kilo. “Las navidades están apagadas desde hace un tiempo para acá”, expresó.

“Ya no tenemos Navidad, nos la dejamos quitar. ¿Qué puedo poner en el plato navideño? Las medicinas de mi mamá, si las consigo. Mi esposo murió hace año y medio por no tener los medicamentos”

Roberta de Landa, consumidora

Intercambio por las redes

Ante la dificultad para cubrir el costo de los platos navideños, las comunidades de edificios en Caracas han adoptado la modalidad del intercambio de productos a través de los grupos de Whatsapp. “Cambio margarina por azúcar”, refiere uno de los mensajes, en el que una vecina comentó que necesitaba el rubro para hacer el dulce de lechosa.

“Hice solo 25 hallacas y las hojas sobrantes, en otra ocasión las habría botado, las cambié por pabilo y algo de aceite con una vecina. Las dos salimos ganando”, contó Luisa Pérez, habitante de San José.

Rosa Marcano, de Catia, refirió que para la torta negra ya cuadró el trueque de ingredientes con varios vecinos dispuestos a canjear especies (canela, guayabita, nuez moscada y clavo de olor), que están muy costosas. Como la receta requiere pocas cantidades, la gente está dispuesta a realizar el cambio. Agregó que otro rubro muy solicitado en estos días es la harina de maíz para las hallacas.


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