La acelerada pérdida del poder adquisitivo ha profundizado la precaria situación económica que padece más de la mitad de la población: 74% de los venezolanos no puede cubrir con lo que gana su consumo. El economista Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, afirmó que de ese total 60% depende de los subsidios que entrega el Estado, como los CLAP y los bonos que asigna mediante el carnet de la patria, debido a que se le hace imposible vivir solo de su salario. “Están sometidos a hacer colas y compran lo que consiguen en lugares con oferta regulada”, dijo.

En su participación en el foro Tendencias del Consumidor Venezolano 2018 señaló que  14% de la población está desprotegida y vive una situación marginal. “Come lo que consigue de la basura y recibe apoyo de la Iglesia y de organizaciones no gubernamentales”.

El sociólogo Carlos Mesa, cuya ponencia fue Emociones Asociadas a las Marcas, aseguró que para los estratos más bajos es vital recibir todos los beneficios gubernamentales. “Si no reciben las bolsas CLAP o los otros beneficios, su nivel de afectación es mucho más importante. Están subsistiendo por eso”, expresó.

Mostró los resultados de un estudio cualitativo realizado en Caracas, Maracaibo, Barquisimeto, Valencia, Puerto Ordaz, Puerto La Cruz y Maturín. “En Venezuela ya comenzamos a hablar que el C es un estrato alto económicamente, porque el A y el B prácticamente no existen, es menos de 1% de la población”, apuntó.

Añadió que para el estrato C hacer una cola es humillante y tiene más posibilidades de recibir remesas, mientras que al D le da vergüenza recibir beneficios del gobierno y presentan mayor afectación por la crisis del país.

“¿Qué sabemos de las emociones de los consumidores?”, preguntó. Respondió que los estratos C y D están “aplanados”; es decir, no se sienten tristes ni alegres. “Eso es muy grave porque los paraliza”.  Cada vez que una empresa se va del país se reduce la disponibilidad y variedad, lo que incide en la calidad y el estilo de vida de la gente. “Ya no pueden conseguir la marca de jabón que les gusta; entonces tienen que comprar uno hecho en Turquía que no dura, no limpia ni da la fragancia que gusta, lo que termina frustrándolos. Estamos hablando de algo tan pequeño como un jabón que se está convirtiendo en algo importante”.

Añadió que el E, el estrato más bajo, ya ni siquiera busca una marca. “Están haciendo su jabón y su desodorante. Tienen más dificultades para comprar alimentos de primera necesidad. Ya ni siquiera se levantan temprano para comprar la comida en el supermercado, sino que pasan la noche en donde escucharon que llegará un producto”.

El economista Francisco Allen agregó: “Estamos en una situación de pobreza general que afecta las actividades que los venezolanos hacen en el día a día”. Afirmó que por la pérdida del poder adquisitivo y la inseguridad, los venezolanos se quedan en casa leyendo un libro o viendo televisión, porque no pueden, como antes, ir de compras, a la playa o rumbear.

La crisis también ha impactado la distribución del ingreso. “Cuando hablamos del presupuesto familiar, vemos que cada vez se destina una mayor proporción a la compra de alimentos, y no por ello significa que la gente está comiendo más y mejor, sino que simplemente los alimentos son de los productos, cuyos precios crecen a un ritmo más elevado”.

El economista apuntó que ha aumentado la frecuencia de compra de comida. En 2008 la gente hacía mercado cada 10,3 días y ahora cada 1,9 días. “También necesitan visitar varios establecimientos para conseguir, por lo menos, los 3 productos que están buscando. Para nadie es un secreto que estamos en una de las peores crisis, por no decir la peor, de nuestra historia republicana”, aseveró.


Innovar en la era digital

Carlos Jiménez, conferencista y autor especializado en tendencias marketing, aseguró que hay empresas venezolanos que están aprovechando las oportunidades que ofrece el mundo omnicanal, en el que los consumidores utilizan cada vez más medios electrónicos que les ofrecen conveniencia.

Según resultados de una encuesta, 40% de los empresarios respondió que en Venezuela está muy presente la tendencia y 44% dijo que están preparados. “El comercio electrónico ha crecido en el contexto de la crisis como una respuesta al fenómeno de la inflación y la escasez”.

Como ejemplo, mencionó la tienda de ropa Bien Chic, que utiliza su cuenta de Instagram para mostrar sus colecciones y ofrece el servicio de venta por Internet. Añadió que 4 de cada 10 venezolanos han comprado online.


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