El vicepresidente Tareck el Aissami informó el viernes pasado que el gobierno autorizó a tres casas de cambio –Italcambio, Insular y Grupo Zoom– para efectuar transacciones asociadas al ingreso de remesas de manera que la gente “no caiga en manos de mafias cambistas que terminan robándoles el dinero”. Sin embargo, la respuesta al anuncio oficial fue fría.

Ayer hubo poca afluencia de usuarios en las casas de cambio habilitadas por el gobierno para transar remesas. En una sede del Grupo Zoom, en El Marqués, ninguno de los clientes que estaban en la cola iba a realizar la operación. Una mujer expresó que gracias al dinero que de vez en cuando le envía su hija del exterior puede sobrevivir un poco más de un mes en Venezuela. “Me tranquiliza, aunque prácticamente todo lo gasto en comida”.

Un trabajador de la sucursal principal de la empresa, en La Urbina, aseguró que pocas personas han hecho operaciones de remesas en la agencia porque consideran que la tasa a la que se cambia no es beneficiosa. “La gente prefiere otros mecanismos”, afirmó.

Aunque el Ejecutivo informó que las tres casas de cambio ya se encontraban operativas; en una sede de Italcambio, en el este de Caracas, no tenían detalles sobre cuándo habilitarán la transacción ni a qué tasa se van a cambiar las remesas. “Me imagino que deben estar trabajando en eso”, dijo un empleado. Agregó que un porcentaje de las divisas se le entregará al Banco Central de Venezuela, pero no supo precisar cuánto. “Estamos en un control de cambio”, recordó. Solo una persona estaba en la sucursal.

En San Cristóbal, estado Táchira, no hubo mayor actividad en las dos agencias de Italcambio. En contraste, en Cúcuta las empresas que efectúan el pago de remesas estuvieron  abarrotadas de venezolanos. Los usuarios señalaron que dependían de las divisas que les enviaban de otros países para sobrevivir en Venezuela. Expresaron que casi todo el dinero lo gastaban en Colombia en la compra de alimentos y medicinas.

Otra clienta contó que su hijo le envía mensualmente dinero desde Brasil. “Todo se queda aquí en Cúcuta porque cobro la remesa y me llevo comida y medicinas. En Venezuela, debido a las fallas de Internet y los cortes eléctricos no puedo ni ir al banco a sacar 10.000 bolívares. El sueldo de bedel no me alcanza para nada”, dijo.

Yanira, que no dijo su apellido, de San Juan de Lagunillas, relató que su esposo, que se fue a Lima, le manda dinero para su manutención y la de su hijo de casi dos años de edad. “La otra vez tuve que dormir en el atrio de la iglesia (ubicada a un lado de la empresa) porque no sabía que ese día era festivo. Con lo que tenía en efectivo no me alcanzaba para retornar a Mérida, así que decidí dormir en las puertas de la iglesia y al otro día pude cobrar el dinero, comprar comida y regresar”, dijo.


Requisitos paraefectuar la operación

·       Cédula de identidad laminada. En algunas agencias piden fotocopia nítida.

·       Fotocopia del RIF.

·       Número de la cuenta bancaria para que la casa de cambio transfiera el dinero.

·       Conocimiento de la persona que envía la remesa, el monto exacto y el país del que proviene.

·       El código de consignación de la remesa desde Money Gram.


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