Fracasaron las negociaciones que mantenían la estatal de Curazao Rdk y el consorcio estadounidense-brasileño CPR para reiniciar la refinería holandesa Isla, en donde se espera reanudar el procesamiento de petróleo de Venezuela, publicó Argus.
“CPR ya no se considera un postor preferido en este proceso y ya no disfruta de esa exclusividad”, comunicó RdK, que también canceló las conversaciones para que CPR compre la terminal de productos Bullen Bay de 17,7 millones de barriles en la isla.
El arrendamiento de los tanques por parte del consorcio, sin embargo, se prolongó y continuará según acordaron las partes.
La agencia de noticias indicó que el colapso de las negociaciones se debe a las dudas sobre la credibilidad de la documentación que presentó un miembro de CPR para respaldar la capacidad financiera del consocio para reiniciar y operar la refinería.
Falsificaciones confirmadas
Esas falsificaciones las confirmó el investigador forense de la holandés NFI y el banco central de Curazao, aunque no se ha identificado a la parte que presentó los documentos, que incluían una “carta de seguridad” de un banco con sede en Londres que aseguraba que un inversionista disponía de 5.500 millones de dólares para apoyar el proyecto.
El banco, de acuerdo con Argus, negó haber proporcionado la carta.
“Informaremos sobre nuestros próximos pasos para reactivar la refinería”, afirmó Rdk.
Pero CPR pidió a la compañía curazoleña a continuar con las conversaciones sobre el reinicio de Isla y alegó que los documentos falsificados los presentó un exsocio con el que ya no mantenían relación. “Varias otras partes a las que les gustaría invertir están en conversaciones y nuestros abogados están en proceso de probar su confiabilidad”, afirmó el consorcio estadounidense-brasileño.
Isla estuvo operada por Petróleos de Venezuela hasta diciembre de 2019. La fundó el venezolano Luis Giusti, expresidente de la estatal venezolana.