Los españoles empiezan a necesitar dinero prestado para poder cubrir los gastos de su vida cotidiana, debido a la creciente inflación que presenta el país y las medidas económicas adoptadas por el gobierno de Pedro Sánchez.

La demanda de préstamos al consumo ha aumentado más de cinco puntos porcentuales en un año, pasando de 24,10% a 20,30%. Este tipo de financiación para la compra de bienes alcanzó en junio la cifra de 187.950 millones de euros en junio, de acuerdo con datos del IV Barómetro préstamos al consumo de la Asociación de Usuarios financieros (Asufin), citados por el diario ABC de España.

También se ha incrementado la polémica financiación con tarjetas revolving, con un importe de 11.419 millones en junio frente a los 10.000 millones de diciembre de 2021.

«Esta subida parece tener una doble motivación. En primer lugar, la mayor demanda derivada de las actividades del verano, pero también un entorno de mayor incertidumbre que conlleva el uso de dinero prestado, incluso para cubrir necesidades en el día a día», indicó la organización.

Los españoles recurren a créditos fáciles y asumen el riesgo del endeudamiento como recurso urgente para hacer frente a desembolsos habituales como la compra en el supermercado, pero también para afrontar las vacaciones en el que podría ser el último verano antes de que la recesión asome en Europa y en España, según Asufin.

España presenta actualmente una inflación ya estabilizada por encima de 10% y una inflación subyacente por encima de 6%.

«La elevada inflación es un factor añadido de inestabilidad financiera para miles de españoles que ya vivían en una situación casi límite: llegaban muy justos a fin de mes con sus ingresos mensuales, lo que ha provocado que, con los precios escalando por encima de 10%, estén teniendo que endeudarse para hacer frente a sus pagos corrientes», dijo a ABC Luis Javaloyes, CEO de Agencia Negociadora.

En las últimas semanas se han registrado cifras récord en cuanto a los cambios que las entidades financieras han aplicado para solicitar préstamos. Asufin indicó que se incrementaron especialmente los intereses de los préstamos al consumo en el corto plazo: la financiación a menos de un año subió hasta 10,43% de media, 0,97% más que en el año 2021.

Desde la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) alertan que introducir más obstáculos en el acceso al crédito tradicional puede conllevar a un repunte de los préstamos fáciles con intereses más elevados o de las tarjetas revolving.

«La situación económica de las familias con rentas más bajas se podría ver dificultada por el acceso al crédito en condiciones favorables. A esto se suma el riesgo de que se agraven las situaciones de sobreendeudamiento familiar», advirtió la organización.


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