Régimen de Nicolás Maduro
Foto: Gustavo Matute (@BigMatu_photos)

Por Pierangela Morillo

A un año de la reconversión monetaria, la crisis de escasez de efectivo que azotó fuertemente a los venezolanos en 2017 y hasta agosto de 2018, resurge en las entidades bancarias públicas y privadas de Caracas.

En un recorrido realizado por varias agencias en distintas zonas de la ciudad capital, El Nacional pudo constatar que, igual que antes de la reconversión, los billetes de baja denominación escasean.

Además, la puesta en marcha de la parte más alta del cono monetario impide a los ciudadanos retirar menos de 20.000 o 50.000 bolívares por taquilla.

“Esto es lo que nos da el Banco Central. No tenemos billetes de otra denominación”, dijo una cajera de una de las oficinas visitadas al ser consultada al respecto.

Cinco personas que aguardaban en una cola en un banco estatal ubicado en Plaza Venezuela salieron sin un bolívar de la agencia.

Esto, debido a que en sus cuentas no tenían disponible los 50.000 bolívares que les ofrecieron en billete único.

“Necesito para el pasaje, solo para eso, pero me dice la cajera que no puede darme 3.000 bolívares”, manifestó una ciudadana que solo tenía en su cuenta la cantidad referida.

Otra encargada de gestionar el dinero en taquilla respondió que solo tenía billetes de 50.000 bolívares.

La historia se repitió en cada oficina. Solo en una de las visitadas había disponibilidad para retirar 20.000 bolívares, pero igualmente, en un único billete.

Ambas denominaciones superan el ingreso quincenal en el caso del billete de 20.000 bolívares, y mensual, en el caso de la pieza de 50.000 bolívares, que supera el salario mínimo decretado por el régimen en el pasado mes abril de 40.000 bolívares, al cual se le suman las deducciones ley.

No hay suficientes billetes

“El problema es que no hay suficientes piezas y los billetes del nuevo cono no van al ritmo de la inflación”, dijo en entrevista con esta redacción Jesús Casique, economista y director de la consultora Capital Market Finance.

Datos de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional señalan que en el mes de julio la inflación se ubicó en 33,8%, un porcentaje muy superior al de las piezas monetarias que el BCV incrementó en el mismo lapso.

Basándose en la data del Banco Central publicada y actualizada hasta julio de 2019, Casique calculó que el crecimiento de los billetes en circulación fue apenas de 0,31% entre junio y julio.

“Está totalmente rezagado”, dijo el también profesor universitario, quien aclaró que el crecimiento de los billetes en circulación no debe ser exacto al de la inflación, pero que sí debe acercarse.

Para Casique, el BCV debe inyectar más piezas monetarias al mercado para solucionar de facto la escasez de billetes, la cual, aseguró, deriva de la puesta en marcha de un nuevo cono monetario en una crisis hiperinflacionaria.

“Una reconversión monetaria con el país en hiperinflación era totalmente inviable. Primero debieron atacar la hiperinflación y luego establecer la reconversión monetaria. No al contrario”, expresó el especialista en finanzas.

En el lapso de 1 año, los billetes de 2, 5, 10, 20 y 50 bolívares quedaron totalmente devaluados.

En total, de los cinco ceros restados en agosto de 2018 al bolívar fuerte, insertado en el mercado en 2008 por el fallecido presidente Hugo Chávez, tres ya fueron devorados por la inflación, advirtió el economista.

Liquidez y escasez de efectivo

Pese a la escasez de piezas, Casique enfatizó que no hay problemas de liquidez sino de efectivo. Calculó que los billetes y monedas en circulación solo representan 7,56% de la liquidez monetaria total, según la data del BCV.

En una economía estable, entre 14% y 16% del total de la liquidez debería estar en circulación.

Es decir, que actualmente en el mercado venezolano solo se mueve de forma física, expresada en billetes y monedas, poco más de la mitad de lo necesario para que la banca pueda expender el dinero que cada ciudadano guarda en sus cuentas.


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