programa petróleo
Barco petrolero. Foto: AFP

El régimen de Nicolás Maduro y representantes de partidos minoritarios de la oposición iniciaron este lunes una supuesta mesa de diálogo nacional.

Durante el acto realizado en la Casa Amarilla se presentaron detalles sobre un acuerdo que prevé, entre otras cosas, la designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral y la solicitud de implementacion del programa Petróleo por Alimentos, Medicamentos e Insumos del sistema de la ONU.

Ante esto, es necesario analizar qué tan viable es la implementación de un programa de Petróleo por Alimentos en Venezuela. El economista Francisco Rodríguez, ex jefe de la Unidad de Análisis Financiero de Torino Economics, es el principal promotor de ese plan.

Rodríguez dijo a El Nacional que las sanciones no son las responsables de la crisis que afronta Venezuela, pero estas pueden empeorar la situación si no se adoptan medidas que ayuden a reducir los efectos en la población, como el programa Petróleo por Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas.

Aseguró que la crisis económica fue causada por la irresponsabilidad del fallecido presidente Hugo Chávez y la incompetencia de Nicolás Maduro, además de la corrupción y el despilfarro de ambos. Sin embargo, destacó que también se ha visto influida por los efectos de las sanciones en la industria petrolera.

Caída petrolera

Precisó que las sanciones financieras impuestas por el gobierno estadounidense contra el régimen de Maduro en agosto de 2017 están relacionadas con la caída de aproximadamente 800.000 barriles diarios en la industria venezolana. Ello originó una pérdida de ingresos de 17.000.000 dólares anuales.

Agregó que las sanciones petroleras anunciadas en enero de 2019, cuando ya existía una mengua en la producción, podrían asociarse a 400.000 barriles.

Explicó que las sanciones financieras paralizaron el uso de préstamos que eran relevantes para la operatividad de Pdvsa. Estos préstamos permitían la negociación de ciertos bonos en manos del sector público venezolano, así como el pago de ganancias al régimen de Maduro.

Indicó que las sanciones petroleras de este año impiden la exportación a diario de millones de barriles destinados a Estados Unidos. Al mismo tiempo, el gobierno de Trump ha presionado a otros clientes, en particular la India, para que no compren petróleo a Venezuela.

“La prohibición de que Venezuela compre productos petroleros a Estados Unidos, como diluyentes, ha afectado su capacidad de mezclar el petróleo (…). Los economistas tenemos distintas posiciones sobre este tema, pero mi interpretación de los datos es que sí se puede identificar un efecto significativo desde el punto de vista económico de ambas rondas de sanciones”, señaló.

Programa Petróleo por Alimentos

Rodríguez aseguró que aunque las sanciones han tenido un efecto negativo en la economía venezolana, no se deben levantar. Consideró que, como toda medida política, tiene sus costos y beneficios.

“En este caso sería el efecto sobre la economía, y el beneficio sería el que podría tener sobre las perspectivas del restablecimiento de la democracia venezolana. Si las sanciones son capaces de llevar a Maduro a la mesa de negociación y obligarlo a negociar una salida democrática, entonces es posible que ese costo haya valido la pena”, dijo.

Sin embargo, aclaró que es necesario comenzar a pensar en alternativas políticas como el programa Petróleo por Alimentos. Añadió que ayudaría a mitigar el efecto negativo de las sanciones en la población.

“Más que levantar las sanciones, creo que lo que se debería crear es un mecanismo para que Venezuela pueda volver a exportar petróleo a Estados Unidos, pero que los recursos de esas exportaciones petroleras sean utilizados para la compra de alimentos y medicinas llevada a cabo bajo fuerte supervisión internacional”, especificó.

Indicó que esa alternativa tendría que ser implementada por un organismo internacional como la ONU, con una distribución de alimentos realizada de forma despolitizada a través de ONG y asociaciones capacitadas en ayuda humanitaria, y que también cuente con el control directo de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional.

“Se puede crear un mecanismo de ese tipo que permita que en el país vuelva a entrar una cantidad significativa de alimentos, que es lo que necesita, para evitar un agravamiento serio de la crisis humanitaria y lo que sería una hambruna, pero sin que el gobierno tenga el control sobre el uso de ese recurso. Por eso debe estar suficientemente supervisado”, advirtió.

Precedentes 

El economista recordó que el programa fue implementado por la ONU en Irak a finales del siglo pasado. Esto permitió que ese país pudiera restablecer las importaciones de alimentos y bienes esenciales.

Expresó, sin embargo, que el programa estuvo lleno de señalamientos de corrupción. Por ello la ONU elaboró un estudio exhaustivo en el que explicó cuáles fueron los problemas de ese sistema y cómo podrían solucionarse.

Agregó que en Irak el régimen de Saddam Hussein mantuvo la potestad de asignar los contratos de petróleo en el programa y les pedía a las compañías que hicieran otros pagos por terceras vías para financiarse con eso.

“Lo que estamos planteando para Venezuela es que la asignación de los contractos de petróleos no la haga el régimen, sino que sea a través de cuentas en que estén representantes de Maduro, junta administradora ad hoc de Pdvsa designada por Juan Guaidó y, además, representantes de organismos internacionales que dejarían sin posibilidades a Maduro de asignar esos contratos. Entonces, ahí hay temas de diseños que se pueden atender para evitar los casos que se dieron en Irak”, detalló.

Implementación del programa

Reveló que la infraestructura legal para la implementación del programa es simple. El Ejecutivo de Trump tendría que dictar una medida de excepción humanitaria ligada a las sanciones financieras que permita la venta de petróleo venezolano a Estados Unidos, pero condicionado por el programa Petróleo por Alimentos. Añadió que los ingresos de esa venta tienen que parar en cuentas especiales controladas por la ONU.

Declaró que el programa debilitaría al régimen de Maduro políticamente porque, en la actualidad, millones de venezolanos dependen del CLAP y no muestran su rechazo al oficialismo por temor a perder los productos que reciben por ese medio.

“Imaginen que la población tuviera un programa de petróleo por alimentos. Los ciudadanos no obtendrían sus alimentos a través de una bolsa CLAP, sino por organizaciones de ayuda humanitaria, en un sistema despolitizado y supervisado por la comunidad internacional y la AN. Y todo el mundo sabría que recibiría su bolsa y votaría por quien quisiera, eso liberaría a la gente políticamente y debilitaría al gobierno”, enfatizó.

Hay que llegar a acuerdos

Jesús Casique, economista y director de la firma consultora Capital Market Finance, aseguró que realizar este intercambio de petróleo por alimentos en un país que afronta una severa crisis es viable. Pero para eso el régimen y la oposición tienen que llegar a acuerdos, pues la diatriba de ambos está afectando a todos los venezolanos.

Recordó que el oficialismo adjudica la situación venezolana al bloqueo de las sanciones, cuando la economía viene en caída desde el año 2013. Además, mencionó que en 1998 la producción petrolera era de 3.329.000 de barriles y en la actualidad se producen 734.000 barriles al día.

“Desde el año 1998 hasta junio de 2019, la caída de la producción es de 2.595.000 barriles diarios. No es solo producto de las sanciones financieras, sino la falta de inversión en Pdvsa y de mantenimiento de los pozos. Aunado a ello, las sanciones petroleras han afectado el flujo de caja de Venezuela”, concluyó Casique.

@esgabysaavedra


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