Foto. EFE

La escalada inflacionaria en los últimos años ha dejado casi inservible el bolívar, que, pese a su bajo valor monetario, ha encontrado un espacio en el mercado de coleccionistas que ahora están dispuestos a pagar miles de dólares para hacerse con él, dijo este jueves a Efe un experto numismático.

Tras una pila de billetes de varias denominaciones, Iván Guerrero, un coleccionista venezolano, expresó que esta moneda ha resurgido en medio de la crisis para ponerse en un sitial del coleccionismo.

«Los bolívares son una pieza con valor coleccionable, no más que eso, son rentables para los coleccionistas por cualidades que poseen, como su seguridad, colores brillantes, dibujos elaborados y por el alto costo que se necesita para producirlas», contó el especialista que participa en la XVIII Feria de Colecciones en la Ciudad de Panamá.

Explicó que en menos de 20 años el Banco Central de Venezuela ha ampliado hasta unas tres veces el cono monetario con la incorporación de nuevos billetes que agregan y restan ceros, y que con la devaluación actual de la moneda frente al dólar estadounidense no vale casi nada.

Tras dos años de salir del país por la pésima situación política, y luego radicarse en Colombia para continuar su pasión por el metal, Guerrero expresó que los billetes de la nación suramericana son muy perseguidos por otros, especialmente los asiáticos.

«China tiene una gran demanda por el billete de dos bolívares de tonalidad azul, que en su reverso está la figura de la tonina, un delfín de agua dulce que habita en los ríos de los llanos venezolanos; para ellos este espécimen es sagrado y se vende bien», dijo el coleccionista.

También señaló que sus pares en Venezuela persiguen un billete de 500 bolívares emitido en la década de 1940, el cual, dijo, es uno de los más codiciados dentro de la comunidad de coleccionistas en el mundo y que es considerado un billete de inversión que podría alcanzar ventas por 47.000 dólares.

«Cuando compro un billete de inversión no lo vendo, los bolívares los conservo de manera muy celosa. Por uno solo he pagado hasta 7.000 dólares. Me niego, me niego a venderlos, porque uno se tiene que enamorar y no todo se puede vender», manifestó.

Guerrero afirmó que coleccionar no debe ser considerado un pasatiempo, sino una inversión. Hasta ahora ha gastado más de 20.000 dólares en su colección que incluye unos 3.000 billetes y monedas del mundo que le han permitido vivir de ello.

Con ironía respecto a la situación que azota a Venezuela, Guerrero señaló que hasta un billete de monopolio tiene más valor que el bolívar, que ahora escasea en las calles del país petrolero.

El régimen de Nicolás Maduro ha flexibilizado el control cambiario en un intento por captar divisas para el erario, mermado por la caída del bombeo de la industria petrolera, la principal fuente de ingresos del Estado.

Gabriel González, viceministro de Cultura de Panamá, dijo a Efe que el mundo de coleccionismo, además del valor monetario, destaca, a la vez, el valor histórico. «Si estas cosas no se demuestran, las personas no sabrían de su relación con la historia, que a la vez es parte de la cultura», mencionó.


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