La reductora de aluminio Venalum, filial de la Corporación Venezolana de Guayana, está paralizada desde marzo. El arranque se ha demorado por la poca confianza que la directiva tiene en el suministro de energía eléctrica. 

Por el apagón ocurrido a principios de marzo, se congeló el metal en las celdas de reducción del aluminio. El arranque debió concretarse en junio, pero fue reprogramado para julio. Técnicos de la planta afirmaron que Rafael Tellechea, presidente de Venalum, planteó a puerta cerrada que el funcionamiento se fije ahora para enero de 2020, publicó el diario bolivarense Correo del Caroní.

“Dijo que este año ya no iba el arranque de Venalum. Habló de enero”, manifestó una fuente de la industria al medio. Aparte de la inestabilidad eléctrica, también está la demora en la concreción de alianzas con empresas privadas y extranjeras.

El apagón registrado en días pasados fue un recordatorio de la pérdida que se generaría nuevamente si la industria se queda sin suministro eléctrico. Reacondicionar cada celda implica una inversión de 240.000 dólares, según un informe de la empresa emitido en septiembre de 2017.

“Si hubiésemos tenido 30 celdas las perdemos con el apagón de esta semana. El consumo de Venalum da para abastecer la mitad de Caracas y no creo que ahora el gobierno esté dispuesto a entregar más energía a una industria”, comentó.


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