La secretaria general de la Central General de Trabajadores, Maritza Chireno, introdujo ante la Comisión de Verificación de Poderes de la 106 Conferencia Internacional del Trabajo una queja contra la delegación oficial designada por el gobierno venezolano en la cumbre laboral que sesiona en Ginebra, Suiza.

La impugnación la hicieron de manera conjunta la CGT, la Confederación de Trabajadores de Venezuela y la Confederación de Sindicatos Autónomos de Venezuela porque una vez más el gobierno impuso la acreditación inconsulta y arbitraria de un delegado, afecto al oficialismo, de los trabajadores con voz y voto ante la conferencia.

Antes de la cita, el Ministerio del Trabajo invitó a las centrales obreras para acordar los integrantes de la delegación, pero, como en años anteriores, decidió dar la vocería principal a un dirigente de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores, cuando esa designación debe hacerse de forma rotatoria.

Marcela Máspero, coordinadora de la Unión Nacional de Trabajadores, solicitó la anulación de la delegación oficial de Venezuela ante la cumbre de la Organización Internacional del Trabajo porque la Unete ni siquiera fue invitada a la convocatoria del despacho laboral.

En su discurso ante la conferencia, Francisco Martínez, presidente de Fedecámaras y delegado por los empleadores, manifestó: “Venezuela vive hoy uno de sus momentos más aciagos con la falta del diálogo social, lo que ha conducido a un escenario de grave conflictividad en 70 días de protesta continua en la calle con más de 60 fallecidos”.

Destacó la falta de medicamentos y alimentos y el cierre de miles de empresas con la pérdida de cientos de miles de empleos. “Venezuela reclama a gritos un verdadero diálogo social, legítimo, serio, responsable y sincero para lograr los acuerdos necesarios que solucionen los problemas sociales y las acciones que faciliten su reconstrucción y devuelvan el progreso y bienestar a la sociedad”, alertó.

Recordó que Fedecámaras ha reclamado al gobierno retomar el diálogo social que, a pesar de los múltiples llamados de la OIT, ha mostrado un retroceso.

“Muestra de lo anterior es la reciente convocatoria unilateral por parte del presidente de la República a una asamblea nacional constituyente, negando y cercenando el derecho del pueblo a expresarse a través del voto para el acuerdo más trascendental de toda sociedad como lo es decidir y discutir si quiere cambiar su Constitución. La constituyente no es la vía para la solución de los problemas que la población demanda”, afirmó.

Martínez destacó que el país demanda un cambio urgente del modelo económico, político y social mediante la reactivación del aparato productivo y el abordaje estructural de la inflación, entre otras medidas.


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