El 14 de abril de 2013 fue electo el actual presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Una de las promesas de campaña del vencedor, Nicolás Maduro, fue que, de ser electo, aprobaría un aumento del salario mínimo que para finales de año quedaría en entre 38% y 45% del ingreso mensual para el momento.

Pocos se imaginaban la vertiginosa espiral en la que se embarcaría la economía venezolana. En retrospectiva, esta promesa de campaña del hijo de Chávez se convirtió en política de Estado del gobierno de Nicolás Maduro, quien en sus poco más de cuatro años al mando del país ha aumentado el salario mínimo hasta 15 veces.

El último lo decretó para este 1° de mayo. El aumento de salario más alto anunciado por el mandatario venezolano, de 60%, deja el sueldo mínimo en 65.021 bolívares.

Cuando el presidente Maduro fue juramentado en su cargo en abril de 2013, el salario se encontraba en 2.047 bolívares. El 1° de mayo de aquel año vio el primer incremento salarial de 20%: quedó en 2.457,02 bolívares.

El 1° de septiembre de 2013 entró en vigencia otro aumento de 10%, y la retribución laboral mensual se situó en 2.702,72 bolívares. Dos meses después fue implementado otro incremento, esta vez de 10%, y el salario cerró el primer año de gobierno del sucesor de Chávez en 2.972 bolívares.

En 2014 se vivieron tres “mejoras” salariales: Maduro madrugó el año con otro aumento de 10% que ubicó la mensualidad en 3.270 bolívares, el día del trabajador se le añadió 30% del salario y se ubicó en 4.251 bolívares (aunque solo 20% de esta subida se efectuó ese 1° de mayo, el otro 10% se aplicó el 1° de junio). El 4 de noviembre el presidente anunció un último aumento de 15% que subió el sueldo a 4.889 bolívares. Para este última elevación salarial, el ingreso total mensual de un trabajador se encontraba en 6.912 bolívares, gracias a los 2.027 bolívares de bono alimenticio.

Durante la presentación de la Memoria y Cuenta de 2015, realizada el 22 de enero, el presidente Maduro decretó un aumento de 15% del salario, que lo ubicó en 5.622,47 bolívares. Para el Día del Trabajador de ese año, el mandatario anunció un incremento que dobló al anterior, de 30%, que colocó el pago en 7.421 bolívares.

El 16 de octubre de 2015 fue anunciado otra subida, el último del año, de 30% para el 1° de noviembre, que posicionó el sueldo en 9.649 bolívares. Además, el presidente decretó que el bono alimenticio se calcularía por jornada laboral a 1,5 Unidades Tributarias (UT), la cual para el momento se encontraba en 150 bolívares. Esto ubicó el bono de alimentación en 6.750 bolívares.

2016 fue el año en el que Maduro hizo más ajustes: cuatro. El primero fue anunciado el 17 de febrero de 2016 con 20%, que ubicó el salario mínimo en 11.578 bolívares. Durante este anuncio el presidente también informó que la fórmula para calcular el bono alimenticio pasaría a ser de 2,5 UT. Con este aumento y una UT en 177 bolívares, el bono de alimentación se ubicó en 13.275 bolívares.

El Día del Trabajador de ese año se decretó un aumento de 30% que elevó el salario mínimo hasta los 15.051 bolívares; el bono de alimentación pasó a calcularse a 3,5 UT, que lo ubicó en 18.585 bolívares.

El 1° de noviembre Maduro anunció un incremento de 50% en la retribución mensual, situándola en 22.578 bolívares, mientras que el bono de alimentación fue incrementado a 42.480 bolívares.

El último aumento salarial de 2016 entró en vigencia el 1° de noviembre y fue de 20%. Esto, junto al aumento del cálculo del bono de alimentación a 12 puntos de la UT, ubicó el ingreso integral en 90.812 bolívares: 27.092 bolívares en salario y 63.720 de bono alimenticio.

El primer aumento de este año se decretó el 8 de enero. Fue de 50% y ubicó el salario en 40.638 bolívares. El bono de alimentación se mantuvo igual en aquella ocasión y el salario integral pasó a ser de 104.358 bolívares.

Aunque el Ejecutivo insiste en utilizar el salario mínimo como bastión, las críticas por parte de los economistas y expertos no dejan de salir a la luz. Ayer Asdrubal Oliveros recordó que estos incrementos traerán más inflación, desempleo y presión en el tipo de cambio negro.

«Sin devaluación, Maduro aumenta salarios y pensiones. ¿De dónde salen los bolívares? De la imprenta del BCV», explicó. 

Henkel García opinó que el aumento de 65% del salario base «es mucho menor de lo que indicaban los rumores». Sin embargo, dejó claro: «El aumento del ingreso mínimo mensual es aún menor: 34,6%».

El economista y diputado José Guerra fue más enfático: afirmó que en realidad no hay ningún aumento. »No hay ningún aumento salarial. ¿Por qué? Porque el 60% otorgado está por debajo de la inflación de 65% hasta marzo».

«Hay una absoluta desprotección al trabajador: Apenas 33% de su remuneración es salario y 77% bonos sin impacto en bienestar», concluyó. 


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