El aumento de salarios y los nuevos impuestos dentro del paquete de medidas económicas anunciadas el viernes por el presidente Nicolás Maduro ponen en peligro la totalidad de los empleos del sector privado, ya bastante disminuido por la caída del aparato productivo, advirtieron fuentes laborales.

“Estamos hablando de que 3,3 millones de trabajadores pueden quedarse en la calle porque las empresas están imposibilitadas de cubrir el alza del salario mínimo de 3 millones de bolívares a 180 millones de bolívares mensuales, además del costo de las incidencias sobre las prestaciones sociales, vacaciones y utilidades, entre otras”, destacó Víctor Maldonado, ex director de la Cámara de Comercio de Caracas.

Las medidas, destacó, impiden a las empresas hacer cálculos porque la ecuación del aumento de salario y de tributos no es posible resolverla “con la imposición del control de precios y un esquema de tasa de cambio que no está claro del todo”.    

Insistió en que debido a las medidas “muchas empresas no van a abrir o cerrarán parcialmente lo que implica más desempleo”. Precisó que en Venezuela hay 140.000 empresas, de las cuales 90% (126.000) son pequeñas y medianas (pymes) y el gobierno tiene la intención de apropiarse de ellas con la decisión de correr con el gasto de la nómina durante 90 días.

“No voy a permitir que el gobierno meta las narices en mi empresa con ese chantaje de cubrirte la nómina. Con la producción a menos de la mitad no se puede pagar los aumentos salariales y además te imponen más impuestos”, expresó el propietario de una pyme que pidió no mencionar su nombre.

El dueño de una panadería en Caracas manifestó su inquietud de que el gobierno lo expropie definitivamente: “Seguro, por el favor que me han hecho de suministrar harina de trigo a precio subsidiado”.

Froilán Barrios, coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato, afirmó que todos los empleos del sector privado están en peligro de desaparecer: “Las empresas no pueden con los costos laborales aumentados 5.900% cuando el país vive una fuerte recesión económica”.

Recordó que las firmas privadas operan a mínima capacidad y tienen dificultades para comprar materia prima e insumos, pues el gobierno les impide el acceso a las divisas.

Las medidas no se pueden sostener porque no hay visos de recuperación económica con una producción petrolera en picada, una caída de 50% del PIB al cierre de 2018, las empresas del Estado quebradas y las privadas operando a 20% y 30% de su capacidad, indicó.

Servando Carbone, directivo de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público, dijo que el gobierno pagará el aumento salarial a los empleados públicos virtualmente como lo ha hecho hasta ahora mediante la emisión de dinero inorgánico. “Ese salario ya está devaluado frente al disparo de la inflación de aquí hasta el momento de cobrar la quincena”.

Advirtió que las decisiones económicas empujarán el cierre de muchas empresas privadas, especialmente medianas y pequeñas, con la pérdida de puestos de trabajo. “El gobierno de Maduro es un destructor de empleos desde 2013 a la fecha se han perdido 4 millones de puestos.

José Elías Torres, dirigente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, declaró que el Ejecutivo fijó unilateralmente, de nuevo, el sueldo mínimo incumpliendo el convenio 131 de la Organización Internacional del Trabajo, el cual dispone que esta materia deben acordarla el Estado, los empleadores y los sindicatos.

El aumento salarial, señaló, forma parte de las políticas para imponer el modelo socialista del gobierno que pretende eliminar la contratación colectiva, el movimiento sindical y gremial autónomo.

Incertidumbre.  Las medidas fueron el tema de conversación de la gente en el Metro y en las calles. “¿Ganarás más dinero? No creo, porque pagaremos más IVA y los precios subirán muchísimo cuando cobres el aumento”, expresó un pasajero mientras otros usuarios estaban preocupados por perder el trabajo.

En los supermercados del sureste de Caracas los consumidores hacían compras nerviosas por dos razones: temen que los precios se disparen por las medidas de Maduro y la incertidumbre de la reconversión que comienza el lunes.

Muchos comercios de Caracas, como en Candelaria y Chacao, prefirieron cerrar por la entrada en vigencia del nuevo cono. Los que estaban abiertos presentaban problemas para realizar las operaciones con pago electrónico. “Aquí solo funciona uno de cuatro puntos”, declaró el dueño de un supermercado en Candelaria.

Otros negocios, entre ellos farmacias, mostraban el cartel de “No hay sistema”.


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