El nuevo bono de alimentación –que subió de 1.555.500 a 2.196.000 bolívares después de que el presidente Nicolás Maduro anunció un incremento salarial el miércoles pasado– no alcanza para hacer un mercado completo. Los consumidores se ven obligados a comprar un solo producto, unidades o simplemente gramos.

En el mercado municipal de Chacao una vendedora de café ofrecía 100 gramos por 1,6 millones de bolívares. “Si los precios ya estaban aumentando prácticamente cada 3 días, ahora subirán el triple debido a ese incremento salarial”, advirtió.

Con los 596.000 bolívares que le sobrarían al consumidor después de adquirir los 100 gramos de café, podría comprar un plátano, que ayer lo expendían en 350.000 bolívares, y una zanahoria, que según una vendedora puede costar 200.000 bolívares, dependiendo de lo que pese.

Con el salario integral, que pasó a 5.196.000 bolívares, tampoco se puede comprar mucho. Ni siquiera alcanza para medio kilo de café. La vendedora del mercado de Chacao dejaba atónito al que preguntaba por el precio. “8 millones de bolívares, y el kilo está en 16 millones de bolívares”, respondía. “¿Ya está en 16 millones?”, espetó una clienta.

Una vendedora de hortalizas, señalando los productos que ofrecía, expresó: “Aquí son puros millones”. La coliflor la vendía en 3 millones de bolívares, justo el monto del nuevo salario mínimo. Una compañera aseguró que todos los precios seguirán aumentando si el presidente no estabiliza el dólar. Está preocupada porque el antibiótico que debe tomar su hija, la última vez que lo vio costaba 20 millones de bolívares, posiblemente suba a 40 millones de bolívares.

Cuando se le preguntó a una consumidora qué puede comprar con el salario mínimo, inmediatamente se rió. “Ni un cartón de huevos, contestó. Ayer el de 30 unidades estaba en 4 millones de bolívares y el medio en 2 millones. “El aumento salarial es una burla y una falta de respeto”, subrayó.

“Lo que genera un aumento es ansiedad y más inflación”, dijo un consumidor en el mercado de Chacao.

Henkel García, analista financiero y director de Econométrica, señaló que por grandes males propios de una economía extremadamente controlada y sin libertades económicas, los aumentos del salario mínimo no tienen poder de compra. “Es muy difícil que esos incrementos nominales terminen representando un aumento de poder de compra de la gente. Tiene un efecto de mayor alimentación a la inflación”.

El ingreso mínimo mensual con respecto a diciembre pasado ha subido 1.138%. “Pero si vemos la inflación de lo que llevamos de año y calculando una inflación de más de 80% para junio, estamos hablando de una inflación de 3.100%. Ahí se puede ver la gran diferencia que hay entre cómo van los precios y cómo van los salarios”.

Lo más barato que puede ofrecer una comerciante de una charcutería son 2,36 millones de bolívares de queso duro. Más que el bono de alimentación.

El ministro del Trabajo, Eduardo Piñate, expresó que con el nuevo salario la gente no puede comprar un kilo de queso. “El salario llegó a 5.196.000 bolívares, con eso la gente se alimenta. Compra lo mínimo. Es cierto, los precios varían. Hay gente que con eso puede comprar determinadas cosas, a lo mejor no compra el kilo de queso, pero sí medio kilo”, declaró en una entrevista transmitida por Globovisión.

Agregó que el incremento anunciado por el Ejecutivo entró en vigencia desde el 15 de junio.


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