de carnaval
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La tradición de disfrazar a los más pequeños por el asueto de carnaval se vuelve cada vez más complicada debido a la crisis que atraviesa el país y que ahora se ve envuelta, por primera vez, en la pandemia del coronavirus.

Los costos de los disfraces resultan inasequibles para la mayoría de los padres venezolanos. Valen un mínimo de 15 dólares. Los comerciantes afirman que las ventas este año han caído al menos 80%, reportó Unión Radio.

Mientras que los padres buscan opciones para mantener la ilusión en los pequeños, como hacer los disfraces ellos mismos. Sin embargo, aseguran que la prioridad en esta época es llevar el alimento al hogar.

Por ello, muchos transforman estos días de carnaval en días de esparcimiento para disfrutar de una salida familiar sin tantos gastos ir a la playa, a la montaña, al cine, o simplemente recorrer algún centro comercial y compartir una que otra comida.

“La cosa no está muy buena, pero como Carnaval cae quincena, sacaré a los niños un rato. Con esto de la pandemia ya no salimos como antes. No sé si sacarlos al teleférico, al Parque del Este o al cine”, indicó Julio Peraza a El Nacional al ser consultado sobre sus planes para esta temporada.

Aseguró que sus hijos de seis y ocho años de edad se disfrazarán porque la madre es costurera y les hará algo sencillo. “Lo que gano no me alcanzaría para comprar dos trajes”, aseguró.


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