«Conozco este plan de recuperación económica a la perfección porque lo preparé yo personalmente», afirmó el presidente Nicolás Maduro el lunes en el Palacio de Miraflores. Esa noche habló sobre la reconversión monetaria, de anclar el bolívar al petro, del subsidio a la gasolina mediante el carnet de la patria y de cobrar a precios internacionales el combustible.

Economistas aseguran que es difícil entender lo que quiso decir, pues fue muy difuso lo que planteó. Lo que sí está claro, advierten, es que  el gobierno está presentando un paquete de ajustes y habrá más discriminación entre los venezolanos.

“Con el carnet de la patria van a humillar a los que no están con el gobierno y hacerles pagar los costos del plan de ajuste económico, el cual no tiene compensaciones sociales. No hay ninguna medida para reactivar la industria petrolera ni la economía, tampoco para favorecer a los más pobres”, señala Ángel Alvarado, miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.

La clase media será la más golpeada, afirma, pues es la que pagará la gasolina a precios internacionales: “Se necesitarán unos 100 dólares  promedio para cancelar mensualmente el combustible”.

El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, escribió en Twitter que el gobierno maquilla el paquete de ajustes para evitar los costos políticos y que el subsidio a la gasolina es “populismo discriminante”. Señala que es “un aumento general del precio de la gasolina –por lo demás necesario– con un discurso de subsidio focalizado a quienes tienen dos cosas poco comunes: carnet de la patria y carro”.

Considera que esta acción busca “presionar a la clase media a inscribirse en el carnet de la patria por subsidios”, lo que representa una medida de control político. Sin embargo, está convencido de que el gobierno no entregará muchos más carnets: “La mayoría de los venezolanos pagará su gasolina a precio internacional”.

El economista y experto petrolero Francisco Monaldi critica “el gasolinazo de Maduro”, que, a su juicio, es para cobrar precio internacional a todo el mundo y hacer una transferencia a los que tengan carnet de la patria y hayan censado su vehículo. “Tiene la virtud de que se acabaría el subsidio indirecto a la gasolina y el contrabando, pero solo se estaría compensando del brutal ajuste a una pequeña parte de la población, discriminando, entre otros, a los que no tienen el carnet y a los que no tienen vehículos”, anotó en Twitter.

El economista Luis Oliveros cree que “no habrá precios diferenciados” del combustible. La diferencia estará en que los venezolanos que participen en el censo automotor y tengan carnet de la patria les depositarán el subsidio directo por el nuevo precio de la gasolina.

Anclaje. Maduro también anunció que a partir de 20 de agosto habrá dos unidades contables: el bolívar soberano y el petro. “El petro deja de ser una criptomoneda y pasa a ser una unidad contable. Los precios y salarios se van a fijar en petros y si, por ejemplo, un petro es igual a un dólar se está dolarizando la economía”, apunta el economista Alejandro Grisanti.

El director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, indica que para que se pueda hablar de dolarización hace falta la libre circulación del dólar y que, además, se mueva a través del sistema financiero local. “Es una especie de unidad de cuenta, pero implementada de la peor manera posible”. Añade que una medida de anclaje “se hace sobre la base de un activo con sobrada credibilidad, todo lo contrario de lo que es el petro”.


Billetes que coexistirán  

El presidente del Banco Central de Venezuela, Calixto Ortega Sánchez, informó que los billetes de menor denominación a 1.000 bolívares no coexistirán con el bolívar soberano y podrán ser depositados en la banca.

Añadió que el billete actual de 1.000 bolívares pasará a ser 0,01 bolívares soberanos, el de 2.000 será de 0,02; el de 5.000 equivaldrá a 0,05: el de 10.000 a 0,10; el de 20.000 a 0,20 y el billete de 100.000 a 1.

Explicó que si el día 20 de agosto una persona necesita comprar un producto que cueste 5.010.000, que equivale a 50,10, se podrá cancelar con un billete de 50 bolívares soberanos y un billete de 10.000 bolívares actuales.


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