Zinedine Zidane encajó su derrota más dura como entrenador en la Liga de Campeones, la quinta en 34 partidos.

Fue un 3-0 infligido por el París Saint-Germain en el Parque de los Príncipes, con una diferencia del marcador que nunca había recibido y que el Real Madrid llevaba sin sufrir a domicilio desde el 24 de abril de 2013 ante el Borussia Dortmund.

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Desde aquellos cuatro goles de Robert Lewandowski en la ida de las semifinales de la edición 2012/13 de la Liga de Campeones (4-1), el Real Madrid no perdía por tres goles de diferencia de visitante.

Sí había sufrido goleadas por tres tantos en sus dos últimos partidos de local en la Liga de Campeones, con Santiago Solari en el banquillo, un 0-3 frente al CSKA en la última jornada de la fase de grupos y el 1-4 que propició la eliminación en octavos de final.

Amargo reencuentro. Zidane se reencontraba con la competición en la que es leyenda tras ganar tres ediciones consecutivas. Su último partido dirigido fue en la final de Kiev, en la que se hizo con el título al vencer 3-1 al Liverpool de Jurgen Klopp, último campeón de Europa.

Un año y tres meses después el reencuentro del técnico francés con la Liga de Campeones dejó su derrota más abultada. Su regreso al banquillo madridista se produjo tras la eliminación frente al Ajax, y el PSG le endosó un 3-0 que nunca había sufrido.

Hasta la fecha sus derrotas eran un 2-0 contra el Wolfsburgo en cuartos de final de la temporada 2015-16, que remontó en el Bernabéu; un 2-1 frente al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón en la semifinal que ya tenía sentenciada de la temporada 2016-17; un 3-1 en Lóndres ante el Tottenham en la fase de grupos de la campaña 2017-18 y un 1-3 de local frente al Juventus, que no impidió el pase a semifinales de su última Champions.


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