En la vida hay encrucijadas y tienes que tomar decisiones. Xavi Hernández, la mítica figura del FC Barcelona, la tuvo entre elegir ser el mandamás del equipo culé o seguir sumando experiencia como DT antes de recaer en Camp Nou; y prefirió la segunda.
El estratega español añadió a su naciente carrera en los banquillos su segundo título, todo después de rechazar la oferta de ser el líder de un nuevo proyecto con los blaugranas.
La nueva conquista la consiguió con su Al Sadd y se trató de la Qatar Cup. Anteriormente el único título que ostentaba era la Supercopa, conseguida en 2019 contra el mismo rival, Al-Duhail.
Con contundencia
Xavi solo siete meses tiene como entrenador y ya su equipo proyecta contundencia en su juego. También evidencia su afán porque sus jugadores plasmen en el campo los postulados aprendidos en la escuela culé.
Ejemplo de ello fue la goleada 4-0 con la que construyó el camino a la victoria y la suma de un nuevo galardón al museo del equipo.
Esto se enmarca en la preparación que justamente el otrora mediocampista argumentaba necesaria para luego ir al Barcelona con más confianza y peso en los banquillos.
“Sí recibí una oferta del Barcelona. No la acepté porque me pareció muy precipitada. Es un poco pronto para mí entrenar al Barcelona”, dijo recientemente el español.
Es así como su historial como DT empieza a agarrar fuerza no solo con juego sino con títulos que le sirvan para el currículum en el futuro.