Miguel Cabrera vivió un renacer con el bate en los juegos de exhibición de las Grandes Ligas, al ligar para .345/.406/.690 y sacudir 3 jonrones en suspendida la Liga de la Toronja.
El slugger aragüeño solamente pudo tomar 29 turnos, antes de que el Spring Training fuera suspendido debido al avance del covid-19, la enfermedad que ha causado una pandemia mundial. Pero su desempeño, con claras muestras de poder y 1.096 de OPS, dio a los aficionados y a sus Tigres de Detroit una esperanza para esperar el resurgir del veterano, que este mes cumplirá 37 años de edad.
Cabrera sufrió 3 años a la baja en su ofensiva, debido a las lesiones. Y ahora, cuando recuperó la salud, parece destinado a postergar para 2021 la celebración por su jonrón 500.
Es apenas uno de los objetivos demorados por el parón causado por el nuevo coronavirus, que ha detenido el deporte espectáculo en todo el planeta, al cobrarse miles de vidas y detener también la economía mundial.
Cabrera requiere 23 vuelacercas para convertirse en el primer venezolano con medio millar de cuadrangulares en la MLB. Ha botado 477 pelotas en su recorrido, iniciado en 2003.
Andrés Galarraga, con 399, es el criollo ubicado más cerca del maracayero en el escalafón global.
Cabrera no saca 23 o más bolas desde 2016, su último gran torneo. MLB Network elaboró un video con sus bambinazos más emblemáticos hasta 2017, el año en que las molestias comenzaron a mermar su producción.
Problemas en las piernas le afectaron en ese 2017. La rotura de un ligamento en el brazo izquierdo le sacó del diamante por casi todo 2018. Una afección crónica en las rodillas le limitó en 2019.
Cabrera declaró sentirse renovado en febrero, al presentarse con varios kilogramos menos de peso corporal y mostrar el viejo, buen swing de antaño.
El tablazo número 500 sigue a la vista para él. Pero con la posibilidad de que, en el mejor de los casos, se lleve a cabo solo media temporada, la hazaña deberá esperar hasta 2021.