Con golazo de Roberto Firmino, a los 9 minutos del primer tiempo del alargue, resolvió una final monumental del Mundial de Clubes: así, Liverpool le ganó 1-0 a Flamengo en Doha y obtuvo por primera vez el título. Una paradoja: el delantero brasileño resolvió el partido para los ingleses contra el equipo carioca.
Liverpool cierra un año extraordinario, el mejor de su historia. Campeón sin discusiones de la Champions League y cómodo dominador de la actual Premier League, logró elevarse ahora a la cima del mundo.
El campeón de la Copa Libertadores luchó de principio a fin, incluso en el alargue, en el que ya extenuado insistió en buscar el empate que le diera el pase a la definición por penales. Lincoln falló en el área chica una ocasión clarísima a dos minutos del cierre.
El partido tuvo emociones desde el principio, cuando antes del minuto Firmino tuvo un mano a mano con Diego Alves que desperdició. Pero Flamengo no se achicó: con sus armas, le peleó la posesión de la pelota a Liverpool y también llegó con peligro al arco de Alisson. Después de intensos 90 minutos, el 0-0 llevó la acción a la prórroga.
Minutos finales
Antes del cierre, de todos modos, llegó la polémica de la noche en Doha: el árbitro Abdulrahman Al Jassim cobró penal por una falta de Rafinha a Mane en el ingreso del área, pero luego de consultar al VAR se retractó.
En el primer tiempo del alargue, a los 9 minutos, un contraataque de Liverpool comandado por Mane encontró a Firmino, que tuvo calma para engañar a Alisson y Rodrigo Caio y anotar el primer gol. Un golazo, en realidad. El que resolvió una final inolvidable.