Los representantes venezolanos, en la serie masculina, fueron los grandes protagonistas de la segunda jornada del boxeo en los II Juegos Suramericanos de la Juventud, que se disputó en el Centro de Entrenamiento Olímpico (CEO), en Santiago.

El primero en entrar al cuadrilátero fue Jonathan Cisnero, en la categoría de 46 a 48 kilos, que enfrentó al panameño Moisés Barrera.

Era un duelo marcado por dos escuelas de pugilismo con una rica historia, pero en la cual fue el primero el que expuso un boxeo más completo, con golpes precisos y agilidad en sus movimientos.

Cisnero, quien además es zurdo, complicó desde el principio a Barrera con su movilidad y potencia, al punto que en el tercer asalto la diferencia se acentuó luego de que un golpe certero al rostro del panameño llevara al juez a hacer la cuenta de protección.

Al cabo, los jueces le dieron la victoria de forma unánime al excelente púgil venezolano.

Más estrecho estuvo el otro combate con triunfo llanero. En la categoría de 50 a 52 kilos, el venezolano Alessangel Mayola dio cuenta del boliviano Juan Guillén, en un duelo que terminó con fallo dividido y que se vio animado por las extrovertidas barras de ambos pugilistas.

Si bien Mayola lució una mejor técnica y tuvo dos primeros asaltos en los que dominó ampliamente, su rival tomó un segundo aire en el round final y, envalentonado por el aliento de sus compatriotas, se olvidó de guardar distancias y apostó a la pelea corta, emparejando el trámite.

Los jueces, finalmente, le dieron el triunfo al venezolano, pero en fallo dividido.

La jornada masculina tuvo otros tres combates, todos por la categoría de 46 a 48 kilos, partiendo por el triunfo claro del argentino Jonathan Arumay sobre el uruguayo Nicolás Fernández.

El primero, más bajo, optó por obligar a los intercambios de golpes y eso le dio réditos ante un rival que no logró imponer su mayor alcance y terminó sucumbiendo, en fallo unánime, ante un pugilista corajudo y técnico.

Y aunque los otros dos combates tuvieron fallos unánimes e indiscutidos de los jueces, lo cierto es que el trámite fue más parejo de lo aparente.

En el primero, el brasileño Rafael Bianchi se impuso al colombiano Jesús Sáenz. En el segundo, el ecuatoriano Jonathan Merchan derrotó al peruano Sebastián Rossel.

La jornada la cerró el debut del boxeo femenino, con tres entretenidos combates, todos por la categoría entre 57 y 60 kilos. En el primero, la uruguaya Melanie Ubriaco se impuso por estrecho margen a la venezolana Lorena Pineda, en una pelea en que la vencedora supo sacar ventaja de su mayor alcance de brazos y su mejor técnica.

El segundo turno tuvo el fallo más controvertido de la jornada, luego de que los jueces dieran como vencedora, de forma unánime, a la chilena Denisse Bravo frente a la brasileña Gabrielly De Morais.

Lo cierto es que el trámite pareció favorecer a la segunda, especialmente en el tercer round, cuando la boxeadora local mostró evidentes señales de cansancio y perdió precisión.

Cerró la jornada el triunfo de la argentina Viviana Palavecino por sobre la ecuatoriana Alison Castro, en un combate donde ninguna fue capaz de imponer sus términos. Y así también lo entendieron los jueces, que le dieron la victoria a la pugilista albiceleste por fallo dividido.

 


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