Los Golden State Warriors siguen luchando en la NBA por salir de los últimos puestos de la clasificación de la Conferencia Oeste, mientras espera el regreso de sus dos estrellas, Stephen Curry y Klay Thompson, y peina el mercado en busca de una pieza con la que salir de su mala situación.
A pesar de su irregular marcha esta temporada, el equipo californiano sigue siendo el gran referente del baloncesto moderno.
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Un juego en el que el ataque se impone a la defensa, pese a la opinión del entrenador de los Warriors, Steve Kerr.
El entrenador que hizo historia firmando la mejor temporada regular de todos los tiempos aprovechó la previa del choque ante los Spurs para pedir un cambio de paradigma y de reglas a la NBA en pos de un baloncesto más sincero y real.
«Me gustaría ver un pequeño cambio en lo que estamos intentando conseguir como liga. Creo que nos hemos excedido a la hora de recompensar a los jugadores ofensivos», afirmó el preparador de los Warriors. «Lo que quiero decir es que hemos recompensado a los jugadores ofensivos por engañar o intentar engañar a los árbitros».
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Cambios de reglas
Kerr continuó su discurso demandando un cambio de reglas en la liga por el bien del juego:
«Tenemos que volver al punto en el que los jugadores necesiten ganarse las faltas y para ello tengan que superar a su par. Permitir el contacto de forma natural y no fingiendo en cada contacto. Tenemos que decidir, como liga, si vamos a seguir señalando faltas de las que se ríen en cualquier pachanga. Y tenemos que decidirlo ya».
Aprovechando la buena sintonía con el técnico de los Warriors, Gregg Popovich quiso dejar claro su rotundo apoyo al discurso de Kerr y aprovechó para tildar al baloncesto actual como «simplista y aburrido».