Foto Thomas COEX / AFP

El ruso Andrey Rublev, número ocho del mundo, ganó este domingo el Masters 1000 de Madrid al imponerse al canadiense Felix Auger-Aliassime, 35º del ranking ATP, por 4-6, 7-5 y 7-5.

Rublev, que necesitó 2 horas y 48 minutos para ganar su primer título en la capital madrileña y su segundo Masters 1000 tras el de Montecarlo el pasado año, arrebató la corona madrileña a Carlos Alcaraz, al que había eliminado en cuartos.

«Fue un partido increíble, creo que Félix mereció igual que yo ganar. Hemos tenido una gran batalla», dijo Rublev, de 26 años, nada más acabar el partido en la pista central de la Caja Mágica Madrileña, techada este domingo por la lluvia.

«Creo que lo más importante es que el público ha disfrutado», añadió el número ocho del mundo.

El ruso, que llegaba a Madrid tras perder cuatro partidos consecutivos, ha vuelto a relanzarse en la capital española, aunque este domingo no empezó de la mejor manera.

Remontada de Rublev

Rublev empezó perdiendo su saque inicial ante el canadiense, que confirmó un 2-0 con su servicio.

La brecha fue insalvable para el ruso, que vio como Auger-Aliassime le volvió a romper el saque en el quinto juego para ponerse 4-1.

Rublev pudo recuperar un break y salvó una bola set y rotura en el noveno juego, pero en el siguiente el canadiense cerró la manga con su saque.

Auger-Aliassime se mostró muy firme con su servicio (14 aces en el partido), pero en la segunda manga, Rublev empezó a crecer, mostrándose más fuerte desde el fondo de la pista.

El ruso desperdició una bola de break en el sexto juego para ponerse por delante.

Los dos aguantaron con su saque hasta el duodécimo juego, en que Rublev rompió el servicio de su rival para llevarse el set y mandar el partido a la tercera manga.

En el tercer set, el canadiense tenía cada vez más problemas para mantener su saque, aunque siempre se las arreglaba para aguantarlo ante un Rublev que desperdició tres bolas de rotura.

En el último juego, Auger-Aliassime, que había ido yendo de más a menos, hizo una doble falta en el punto decisivo para dar el partido y el título a su rival.

Auger-Aliassime necesitó en varias ocasiones del último set masajes en las piernas durante las pausas.

Recorrido atípico

El canadiense, que aspiraba a ganar su primer Masters 1000, había llegado a la final tras un recorrido atípico.

Apenas jugó seis juegos en la semifinal del viernes ante el checo Jiri Lehecka, que se retiró por problemas en la espalda, pero antes tampoco había jugado su encuentro de cuartos por la retirada, también lesionado, del número dos del mundo, Jannik Sinner, que ya anunció que no estará en Roma.

Rublev había ganado este año el torneo de Hong Kong, pero desde entonces había venido cosechando una serie de malos resultados.

No había pasado de cuartos en el Abierto de Australia, derrotado por Sinner, y su mejor resultado hasta el momento esta temporada había sido una semifinal en Dubai, donde fue descalificado por desahogar su frustración a pocos centímentros de la cara de un juez de línea.

Después ganó un partido en Indian Wells y ya no volvió a ganar en Miami, ni en Montecarlo, donde defendía el título, ni en Barcelona.

Rublev ha recuperado la sonrisa con vistas la próxima semana a Roma, antes de poner rumbo a París para Roland Garros.

El ruso, con esta victoria, ascenderá al número seis de la clasifiación ATP, a un puesto de su mejor posición lograda en septiembre de 2021.


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