Foto: AFP

Ocurre cada vez más seguido en el tenis profesional: alguna persona allegada a un jugador que molesta y queda envuelta en un conflicto. Sucedió en la jornada femenina de Roland Garros del miércoles en el estadio Phillipe Chatrier, cuando Danielle Collins y Sofia Kenin disputaban uno de los encuentros por los cuartos de final.

En el comienzo del tercer game del segundo set y luego de haber perdido el primer parcial por 6-4 contra su compatriota Kenin, Collins arremetió en contra de su novio justo antes de sacar. De repente, miró hacia la cabecera donde estaba en ese momento sentado y le lanzó con un elocuente enojo: «Estoy distraída, anda a sentarte a otro lugar».

Inhibido por las quejas de su novia, la pareja de Collins no tuvo más opción que dejar el estadio principal del Bois de Boulogne y se fue a ver el partido a otro lugar. La advertencia dio resultados, porque la jugador oriunda de San Petersburgo, Florida, se terminó llevando el segundo set por 6-4. Sin embargo, perdió la concentración de manera total en el último parcial, que se le escurrió con un contundente 6-0.

Sobre el incidente con el novio, la jugadora de 26 años de edad ubicada en el 57º puesto del ranking y entrenada por el ex tenista español Nicolás Almagro, mencionó luego: «Le pedí que se moviera porque estaba distraída por algo que tenía enfrente. Solo quería poder mirarlo desde una ubicación diferente».

En el otro partido de este miércoles del cuadro de mujeres, la checa Petra Kvitova (11ª) derrotó a la alemana Laura Siegemund por 6-3 y 6-3 y jugará una de las semifinales con Kenin. En la otra, todas las expectativas estarán puestas en lo que pueda hacer la rosarina Nadia Podoroska ante la polaca Iga Swiatek.


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