Sergio Agüero Manchester City
Foto: Reuters

Al goleador histórico de Manchester City le tocó ver desde el banco de suplentes uno de los triunfos más significativos en la existencia centenaria del club. El argentino Sergio Agüero fue testigo externo de la remontada en el último cuarto de hora para el 2-1 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

Para entender lo que representa la victoria para el City, no hay que perder de vista que su mejor actuación en la Champions League son unas semifinales, y que en la tabla histórica de la competencia ocupa el puesto 44. En el ámbito internacional solo obtuvo la desaparecida Recopa. Y que su vencido fue nada menos que el club más ganador de la Champions, con 13 títulos.

Agüero no entró en la planificación que hizo Pep Guardiola de la ida de los octavos de final. La apuesta le salió bien al director técnico, que durante casi 75 minutos prescindió de un centro-delantero. Fue titular Gabriel Jesus, un «9» natural, pero ocupó una función que Agüero no podría haber asumido por características e implicación táctica.

El brasileño tenía la orden de recostarse sobre la izquierda, tapar la salida de Carvajal y retroceder hasta campo propio. Se comprometió con una misión sacrificada, que lo alejaba del gol, si bien en el primer tiempo, entrando desde la izquierda hacia adentro, tuvo una ocasión que le atajó Courtois.

El gol de Gabriel Jesús

Sin un centro-atacante de referencia en el City, por esa zona aparecían Kevin De Bruyne, de gran rendimiento por despliegue y conducción de la pelota, o Bernardo Silva, siempre escalando desde atrás, nunca parados en la zona de Varane y Sergio Ramos.

Guardiola diseñó un planteo para cubrirse bien, con Gundogan y Rodri en el doble pivote y un trío de media-puntas: Mahrez, De Bruyne y Bernardo Silva. En el banco no solo descansaban la gambeta y la pólvora del Kun Agüero, sino también el vértigo y el desborde de Raheem Sterling, recién recuperado de una lesión muscular que lo había sacado de las canchas desde el 2 de febrero.

El City caía 1-0 tras una serie de pérdidas y desatenciones en campo propio. Otamendi y Rodri comprometieron el control en una salida, luego Walker se dejó ganar la posición por Vinicius, que asistió a Isco para la definición.

El punto de inflexión

Real Madrid ganaba 1-0 y se ingresaba en el último cuarto de hora, momento en el que Guardiola hizo un retoque decisivo: ingresó Sterling por Bernardo Silva.

Las consecuencias se reflejaron de inmediato. Sterling, desde el fondo de la cancha, combinó con De Bruyne, que envió el centro que conectó Jesus para el 1-1, después de apoyar levemente los brazos sobre la espalda de Sergio Ramos.

El gol fue un golpe de escena, aturdió a Real Madrid y encendió al City. Sterling  con un desborde por la izquierda provocó el penal de Carvajal, que había tenido más éxito cuando debió controlar a Jesus. Convirtió De Bruyne con un remate ajustado a un poste y Manchester City dio vuelta la historia en cinco minutos.

Guardiola pareció felicitarse por la decisión que tomó con la ubicación de Jesus: «No hay ningún otro delantero en el mundo que haga lo que él hace. Cuando empieza a tirar diagonales es tan rápido, tan bueno, que optamos por jugar con él porque ellos defienden de una manera muy concreta, y cuando esto sucede, hay que hacer el campo más amplio, porque si no, con Varane, Ramos y Valverde, ellos te van a parar».

Manchester City se encuentra en una situación muy favorable para avanzar a los cuartos de final de una competencia de la que fue excluido para las próximas dos temporadas por una sanción de la UEFA, salvo que prospere su reciente apelación al TAS.

La expulsión de Sergio Ramos

Real Madrid corre serio riesgo de volver a quedar eliminado en los octavos de final, como le ocurrió en el curso pasado frente a Ajax con la dirección técnica de Santiago Solari.

El técnico Zinedine Zidane, analizó el partido: «Hicimos lo más difícil, convertir un gol, después cometimos errores, nos desconcentramos y lo terminamos pagando».

El DT francés recibió cuestionamientos por la suplencia de Kroos, de muy buena actualidad. «Fue una decisión técnica, no tengo nada contra Toni, solo que elegí otra opción», respondió Zidane, que armó una línea media con Valverde, Casemiro y Modric.

Los otros tres equipos ingleses (Liverpool, Chelsea y Tottenham) no habían convertido goles en la apertura de los octavos de final. La racha la rompió Manchester City en un escenario majestuoso. «Me elogiarán porque ganamos, si no dirían cómo jugué sin «9», dijo Guardiola, que ideó una fórmula exitosa en la que Agüero no tuvo cabida.

Jesus, clave como visitante

Ya va para cuatro temporadas la competencia entre Sergio Agüero y Gabriel Jesus por el puesto de centro-delantero. En general, el Kun le sacó ventaja en continuidad y cantidad de goles, pero en esta Champions League, el brasileño se muestra como una buena solución de visitante.

Los cinco goles que convirtió fueron lejos del Etihad Stadium. El más importante fue el de este miércoles en el Santiago Bernabéu ante Real Madrid.

Antes había marcado frente a Dinamo Zagreb (3) y Shakhtar Donetsk (1). Agüero suma dos en este Champions, ambos en el 5-1 sobre Atalanta.


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