Roland Garros Nadal Djokovic
Foto Archivo

A sus casi 36 años y con las dudas sobre su estado físico por sus problemas crónicos en el pie, el español Rafael Nadal admitió que el partido del martes frente a Novak Djokovic «podría ser mi último partido en Roland Garros».

Tras ganar en cinco sets al canadiense Felix Auger-Aliassime (3-6, 6-3, 6-2, 3-6, 6-3), Nadal se enfrentará por ocasión 59 en su carrera al número 1 del tenis mundial. El encuentro será tres días antes de cumplir los 36 años.

«Físicamente estoy bien y no creo que el hecho de haber jugado cinco sets me haya dejado tocado. Luego ya sabemos lo que hay y lo que pueda pasar no lo sé y como siempre es mi día a día», declaró en conferencia de prensa. Sus palabras las dio en referencia a la lesión «crónica e incurable» como la definió hace poco más dos semanas. En ese entonces, el dolor se hizo insoportable en el partido que perdió contra el canadiense Denis Shapovalov en Roma.

Nadal sufre desde hace años del síndrome de Müller-Weiss, una enfermedad degenerativa que se caracteriza por la deformación de uno de los huesos del pie. Es una enfermedad incurable, pero que no ha impedido al español tener una exitosa carrera. Sin embargo, sí le ha hecho tener que parar en varios momentos.

«No sé lo que puede pasar dentro de un año. Cada vez que salgo a jugar pienso que puede ser mi último partido en Roland Garros», dijo después al ser preguntado.

El «último» partido

«Prefiero jugar de día. Yo conozco Roland Garros de día, así lo he jugado toda mi carrera y estoy consciente de que, si todo va mal puede ser mi último partido aquí. Por ello, me gustaría jugarlo de día», añadió en lo que podría interpretarse también como una medida de presión para que el torneo ponga el partido durante la jornada. En ese momento, el sol hace que la pista esté más seca, con la bola botando más como le gusta al español.

Sobre el partido con Djokovic en el Roland Garros, Nadal admitió también que «él sea más favorito por la evolución que llevamos uno y otro en los últimos meses». En los últimos meses el español apenas jugó tras sufrir una fisura en las costillas en Indian Wells y después el problema en el pie en Roma.

«Pero en el deporte todo puede pasar y trataré de disfrutarlo, jugando como jugué hoy (domingo) el final del quinto set: muy concentrado y con una determinación muy grande».

«Veremos qué pasa», acabó.


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