Barcelona
Gerard Piqué. Foto: Josep LAGO / AFP

El Barcelona volvió a ganar en la Liga de Campeones cuando más lo necesitaba al imponerse 1-0 al Dinamo de Kiev, este miércoles en el Camp Nou, y sumar así sus primeros tres puntos en esta edición del máximo torneo europeo.

Un gol de Gerard Piqué (36) dio una necesaria victoria a los azulgranas, que se colocan con 3 puntos en la tercera posición del grupo E, a un punto del Benfica (4 unidades), que cayó 4-0 ante el líder de la llave, el Bayern de Múnich (9 puntos) este miércoles.

El equipo azulgrana llegaba a este encuentro sin derecho a fallo tras cosechar dos derrotas en sus dos primeros encuentros europeos (ante Bayern y Benfica), que le habían dejado último del grupo sin ningún punto.

La victoria da aire al Barça a pocos días de enfrentarse el domingo al Real Madrid en el clásico del campeonato español.

Barcelona se jugaba su futuro

«Nos jugamos nuestro futuro en esta Champions«, había dicho la víspera el técnico Ronald Koeman, y su equipo pareció saltar al césped del Camp Nou atenazado por la responsabilidad, tardando en dar dinamismo a su juego.

El Barcelona tomó pronto las riendas del partido frente a un Dinamo, ahora colista del grupo, que cerró filas atrás para intentar sorprender al contraataque.

Pese a su control, el Barça imprimía poca velocidad a su juego facilitando la tarea de la defensa ucraniana y obligando a los locales a probar suerte con centros desde los costados y jugadas a balón parado.

Al cuarto de hora, Luuk de Jong cabeceó fuera un saque de falta (18) y su nuevo intento con un disparo desde el borde del área lo palmeó el portero Georgi Bushchan (21) a córner.

El meta del Dinamo desbarató unas cuantas ocasiones, incluido un disparo a bocajarro en el segundo palo de Sergiño Dest (36).

Faltó efectividad

«Estoy contento con el juego del equipo, pero no estoy contento con la efectividad que nos faltó», explicó Koeman tras el partido.

«No se puede perdonar tanto», insistió el técnico, mientras para su homólogo del Dinamo, Mircea Lucescu, «no hemos podido ganar porque hemos tenido cierto miedo al partido, al contrario».

El Barcelona no dejaba de rondar el área contraria, pero tuvo que esperar hasta el 38 para que Gerard Piqué rematara en boca de gol un centro desde la izquierda de Jordi Alba (38).

«Le he puesto un caramelito», bromeó en declaraciones a Movistar+ el lateral izquierdo del Barça, que acabó siendo nombrado jugador del partido, aunque acabó el partido tocado en el tobillo.

El gol convirtió a Piqué, a sus 34 años y 260 días en el goleador más veterano del Barça en Champions, además de igualar al brasileño Roberto Carlos como el defensa más prolífico de la historia de la Liga de Campeones con 16 dianas.

Insistencia sin premio

La entrada de Philippe Coutinho y de Ansu Fati tras la pausa, dio un punto más de velocidad al equipo azulgrana, que se fue apagando con el paso de los minutos.

Ansu Fati, pendiente de renovación, tuvo a mano el segundo tanto al robar un balón al portero rival, pero acabó haciéndose un lío y probando con una chilena que se fue fuera (53).

El Dinamo trató de avanzar líneas y presionar un poco más arriba la salida del balón azulgrana, pero el Barcelona conseguía salir bien de la presión, aunque sin lograr terminar de cerrar el partido.

El técnico azulgrana trató de poner algo más de pólvora en el campo con la entrada de Sergio Agüero (75), que debutó con la camiseta azulgrana en Champions, bajo una salva de aplausos de las gradas del Camp Nou.

El delantero argentino, todavía en proceso de adaptación, no pudo aportar mucho en los últimos minutos del encuentro, en que el Barça trató de dormir el partido para llevarlo hacia el pitido final.


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