Neumáticos, alerones, diseños, seguridad y alta tecnología: desde 1950 hasta 2019, a poco de que se dispute la carrera número 1.000 de Fórmula 1 en Shanghai, la evolución de la categoría fue fascinante.

En 1950, y por primera vez en la historia del automovilismo, un campeonato del mundo de Fórmula 1 es anunciado por la Federación Internacional del Automovilismo. El coche dominante de los primeros años era el Alfa Romeo 158, con un motor turboalimentado con capacidad de 1,5 litros sobre 400 caballos de fuerza. El motor estaba frente al conductor.

Cuatro años más tarde, con la introducción de motores de 2.5 litros de cilindrada, el Mercedes W196 innova con las ruedas totalmente carenadas, con la denominada versión optimizada. Y en el Gran Premio de Argentina 1958, Stirling Moss gana por primera vez con un Cooper-climax, cuyo motor estaba montado detrás del conductor. Este sería el modelo a seguir. Ya en 1962, el Lotus 25, conducido por Jim Clark, es el primer auto de Fórmula 1 con un monocasco de aluminio de una sola pieza.

Una gran revolución ocurre poco antes de la década del ’70: en el GP de Bélgica en Spa-Francorchamps ’68, cuando se atornillan los alerones en los autos de Fórmula 1 por primera vez. Lotus es el primero en hacerlo, pero en la temporada 1970, la Asociación Mundial interviene y por razones de seguridad adoptan normas para el tamaño y la colocación de los alerones en los carros.

El nuevo Lotus 72 es el primer auto de Fórmula 1 que establece los elementos de refrigeración en la nariz del carro, en las tomas laterales y, por tanto, establece una nueva dirección de diseño. Un Fórmula 1 conducido por primera vez con neumáticos lisos. Y, sin embargo, la nueva tendencia no prevaleció por mucho.

Promediando la década del 70, las tomas de aire eran muy grandes, como la del McLaren M23 de Emerson Fittipaldi. Con el Lotus 78, el legendario diseñador Colin Champman juega por primera vez con el efecto suelo, haciendo que el coche literalmente se agarre sobre el asfalto. Este fenómeno aumentó las velocidades en las curvas y en la caída de los tiempos de vuelta.

McLaren se consolida en 1981 como el primer equipo en tener un monocasco de fibra de carbono que en los años siguientes sería el estándar de la Fórmula 1. Para la temporada 1989, los motores turbo se prohibieron. En cambio, los organizadores requieren carros de 3,5 litros. Se invierten las tomas de aire detrás de la cabina, arriba del casco del piloto.

En 1990, Tyrrell y otros equipos utilizan por primera vez una nariz alta y allana el camino para una tendencia de diseño más importantes de las décadas de 1990 y 2000. Tres años después, los equipos por primera vez insertan un deflector de viento lateral entre el eje delantero y las cajas laterales, como el McLaren MP4/8 de Michael Andretti.

En respuesta a los accidentes mortales en la temporada de 1994, las cabinas se agrandaron en 1995 y 1996, además, protegidos por paredes laterales más altas. Ya en 1997, la Fórmula 1 tiene su última temporada con neumáticos lisos. La nariz alta ahora es estándar.

Para la temporada de 1998, los autos de Fórmula 1 son más estrechos y para reducir las velocidades en las curvas, los neumáticos son acanalados: los delanteros, con tres surcos y los traseros, con cuatro surcos. A principios de la década de 2000, los autos tienen alerones adicionales en los laterales y la aerodinámica se vuelve cada vez más compleja.

Ya en 2006, la Fórmula 1 dice adiós a los motores V10 y cambia por motores V8 de 2.4 litros y 3.0: los ingenieros del automóvil utilizan cada centímetro para generar más carga aerodinámica. Y hacia 2009, los carros pierden todos los alerones adicionales. Hay un enorme alerón delantero y el trasero se contrae a su vez.

Una nueva reglamentación para la parte delantera de los monoplazas sale de los escritorios del diseñador con unas medidas inusuales. La “nariz de chepa” nació y determina el aspecto del carro de carreras de Fórmula 1 en la temporada 2012. Un año después, por primera vez en la historia de la Fórmula 1, todos los equipos utilizan un sistema de recuperación de energía cinética, que no puede verse desde el exterior.

El nuevo formato con motores híbridos de 1.6 litros hizo su debut en la Fórmula 1 en 2014, y una vez más, la Fórmula 1 tuvo un nuevo aspecto desde 2017: Los coches son más anchos, el alerón trasero más grande e inclinado hacia atrás. Los neumáticos anchos dan su reaparición en el eje trasero, el alerón delantero consigue una forma de flecha y los deflectores de aire son más grandes, todos ellos aprobados.

La normativa técnica de la F1 varió en 2019 para fomentar una mayor pelea en pista. Este es uno de los objetivos que persigue Liberty Media desde que se hizo con la propiedad del ‘Gran Circo’. Así, a la espera de que haya una enorme modificación en la normativa en 2021, con autos más futuristas y que también afectará a los motores, el primer cambio se realiza en algunas piezas aerodinámicas de este año.


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