Celtics Finales NBA
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De la mano de Jayson Tatum y Jaylen Brown, que se combinaron para 53 puntos, los Boston Celtics resistieron este miércoles los intentos de remontada de los Golden State Warriors hasta imponerse 116-100 y dominar las finales de la NBA por un global de 2- 1.

Brown, con 27 puntos, y Tatum, con otros 26, neutralizaron otra noche brillante de Stephen Curry, que sumó 31 puntos y 6 triples para Golden State. Posteriormente, Curry dejó el partido con un fuerte golpe en la pierna izquierda.

Los Celtics demostraron otra vez su capacidad de resistencia para brindar un triunfo a sus aficionados en el primer juego de finales de la NBA en el TD Garden desde 2010.

A cada una de sus siete derrotas en estos playoffs, Boston respondió con una victoria y ahora se encuentra a solo dos triunfos de celebrar el anillo 18 de su historia, récord en la NBA.

Tatum y Brown, la joven pareja de líderes de estos Celtics, contaron el miércoles con el apoyo de la base Marcus Smart, que brilló también con 24 puntos.

Ningún otro trío de compañeros había sumado al menos 20 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en un juego de las finales. La última vez que se vio algo similar fue con Kareem Abdul-Jabbar, Magic Johnson y Michael Cooper en los legendarios Lakers en 1984.

Los Warriors en aprietos

Los Warriors protagonizaron un pésimo arranque de partido, pero lograron remontar 18 puntos de desventaja gracias a un espectacular tercer cuarto liderado por Curry. Ahora, su estado físico tiene en vilo a los Warriors.

A cuatro minutos del final, el base peleaba en el suelo por un balón dividido con Al Horford cuando el pívot dominicano (2,06m de altura) cayó encima de su pierna izquierda. El hecho lo hizo retorcerse de dolor en la pista.

«Estaré bien», dijo Curry tratando de restar importancia a la lesión. «Obviamente (estoy) con algo de dolor, pero estaré bien. Vamos a ver cómo se siente mañana y (prepararnos para) estar listos el viernes» para el cuarto partido de la eliminatoria.

«Le necesitamos si queremos ganar esto», reconoció su socio Klay Thompson. «Sé que Steph va a hacer todo lo que esté en su mano para jugar».

Thompson jugó su mejor partido de la eliminatoria, con 25 puntos, y el canadiense Andrew Wiggins aportó otros 18. Sin embargo los Warriors siguen tratando de encontrar a otros anotadores consistentes. 

Draymond Green, líder defensivo de Golden State, acabó expulsado por acumulación de faltas con apenas 2 puntos y 4 rebotes en su cuenta.

El temperamental ala-pívot no logró esta vez intimidar a las figuras de Boston y los 19.000 aficionados de los Celtics presionaron con fuerza para que no se le permitiera cometer acciones al límite del reglamento como en los partidos en San Francisco.

«Tuvo un partido difícil, pero confío en Draymond tanto como en cualquiera», dijo el técnico Steve Kerr. El entrenador describió con ironía el hostil recibimiento del público a su jugador como «muy elegante».

«Estuve blando. Eso es lo más decepcionante para mí», dijo Green sobre su actuación sin opinar sobre los insultos recibidos. «No es mi trabajo reaccionar a ellos (aficionados). Hicieron lo que esperaba».

«Tenemos que prepararnos»

Los Celtics elevaron el nivel de intensidad respecto al segundo partido del domingo, cuando los vencieron por un devastador parcial de Golden State de 35-14 en el tercer cuarto.

Jaylen Brown, uno de los objetivos de las provocaciones de Draymond Green, dominó esta vez el duelo personal desde su arranque de partido, con 22 puntos al descanso.

Jugando con una lesión de rodilla, el joven pívot Robert Williams III aportó 8 puntos, 10 rebotes, 3 robos y 4 tapones. El jugador fue clave para el abrumador dominio de los Celtics en la pintura (52 puntos por 26 de Golden State).

Los Celtics dominaron por completo el juego de las Finales de la NBA salvo en el inevitable acelerón de los Warriors en el tercer cuarto, con un espectacular parcial de 17-3, incluyendo 7 puntos en una sola posesión.

Curry entró en combustión con 15 puntos y 4 triples en ese periodo para poner a Golden State por delante en el marcador.

Con su público volcado, los Celtics apretaron los dientes y no se dejaron atropellar esta vez por la avalancha de los Warriors.

En las cinco Finales de la NBA seguidas que disputaron entre 2015 y 2019, los Warriors se vieron en dos ocasiones con una desventaja de 2-1. En 2015 remontaron ante los Cleveland Cavaliers para ganar el título por 4-2 y en la otra cayeron en 2019 ante los Toronto Raptors también por 4-2.

«No podemos alegrarnos demasiado. Tenemos que estar preparados para el siguiente partido. Sabemos que van a salir extra agresivos», dijo Tatum sobre el cuarto choque del viernes, de nuevo en el TD Garden.


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