La última acción que tuvieron los Azulejos de Toronto en un juego de postemporada fue el jonrón de Joe Carter contra el entonces cerrador de los Filis de Filadelfia, Mitch Williams, en la Serie Mundial de 1993. La afición canadiense tuvo que esperar 22 años para ver un nuevo lanzamiento, o un batazo, o jugada a la defensiva, en el mes de octubre en el Rogers Centre, tras la obtención del banderín de la división Este por parte de los pájaros azules.Los dirigidos por John Gibbons consiguieron su boleto directo a la serie divisional tras vapulear a los Orioles de Baltimore 15 por 2. La ofensiva del conjunto del norte conectó tres vuelacercas por medio de José Bautista, Edwin Encarnación y Justin Smoak. El joven Marcus Stroman tuvo otra salida de calidad al trabajar por espacio de 8 entradas, permitió una rayita, cinco imparables y pasó por la guillotina a 8 bateadores.La afición de Toronto, gerencia y jugadores celebraron el paso a los playoffs. Aún está en el recuerdo de los fanáticos, en especial de los longevos,  las jugadas de Roberto Alomar, los batazos de John Olerud o las actuaciones sobre el morrito del as Jack Morris. Ahora, muchos en el país canadiense esperan que Bautista, Josh Donaldson y Russell Martin escriban una nueva historia que tenga como acto final, un gesto parecido al de Carter de hace 22 años, cuando corrió las bases en medio de la celebración por el segundo título de la novena de Azulejos.Quizás, los veteranos de Toronto como el dominicano Bautista recuerda el batazo histórico de Carter para dejar en el terreno a Filadelfia, pero otros sólo lo vieron por Internet o en un programa de historia como el cerrador mexicano Roberto Osuna, quien nació dos años después de la última presencia de los actuales campeones del Este en un juego de postemporada. 


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