Roma Conference League
Foto Archivo

La Roma italiana se proclamó campeona de la primera edición de la Conference League, la tercera competición de clubes en importancia en Europa por detrás de la Liga de Campeones y la Europa League. El equipo superó 1-0 al Feyenoord holandés, este miércoles en Tirana

Los hombres de José Mourinho firmaron el único tanto del partido en su primer tiro entre los tres palos, obra de Nicolo Zaniolo (minuto 32) tras un control con el pecho ante una asistencia de Gianluca Mancini.

La Conference League es el primer título europeo para la Roma, después de dos finales perdidas en competiciones europeas. Estas fueron la Copa de Europa (actual Liga de Campeones) de 1984 y la Copa de la UEFA (actual Europa League) de 199.

Mourinho, todo un especialista en finales europeas, suma por su parte su quinto título en competiciones europeas. El logro llega después de dos Ligas de Campeones (2004 con el Oporto, 2010 con el Inter de Milán) y dos Europa League (2003 con el Oporto, 2017 con el Manchester United).

Si se cuenta su éxito también en la Recopa de Europa como técnico adjunto en el FC Barcelona en 1997, Mou ha conseguido títulos en las cuatro copas europeas. Únicamente se le resiste la Supercopa de Europa, que ha perdido tres veces.

«Este título está en la historia de la Roma y también en la mía. Una cosa es ganar con un equipo hecho para ganar y otra diferente ganar con equipos como el Oporto, la Roma, el Inter… Esto te hace sentir especial», afirmó el técnico luso.

Su título con el Inter de Milán en la Champions de 2010 era el último de un equipo italiano en una competición UEFA de clubes. Tuvo que esperar por lo tanto doce años y el regreso del portugués a Italia para que un club de la Serie A pudiera festejar de nuevo en la escena continental.

«Esta victoria es para nuestros aficionados, totalmente. Somos un equipo fuerte, no sabemos ni nosotros mismos cuánto», declaró Zaniolo a Sky Sport.

 Pantalla en el estadio Olímpico

El título acentúa la Mourinhomanía en vigor desde hace un año en el estadio Olímpico. Allí varias decenas de miles de hinchas se reunieron el miércoles para seguir en pantalla grande la histórica victoria.

Los espectadores eran casi dos veces menos numerosos en el estadio de Tirana (21.000 espectadores), demasiado pequeño para los 100.000 aficionados de ambos finalistas. Antes de la final hubo tensiones, enfrentamientos, detenciones y hasta la expulsión de tifosi.

En lo meramente futbolístico, la final empezó casi como una partida de ajedrez, con dos bloques cerrados y pocos espacios.

Henrikh Mkhitaryan, titularizado por Mourinho a pesar de su falta de partidos y su lesión de finales de abril, recayó de sus problemas en el muslo derecho después de un cuarto de hora.

Poco a poco, la Roma fue tomando el control, aunque fallaba en el último pase.

Rui Patricio, inspirado

Hasta que Gianluca Mancini envió un balón que encontró a Nicolo Zaniolo, que tras un control perfecto con el pecho disparo con la punta de su pie izquierdo, para poner el 1-0.

La Roma debe su título no solo a ese gol sino también a las intervenciones de su arquero Rui Patricio, ayudado por los palos de su portería.

Orkun Kökçü intentó sorprender en el 41 al portero portugués, que estuvo atento, antes de protagonizar dos intervenciones ante disparos de Guus Til (47) y Tyrell Malacia (50).

En la segunda parte, los holandeses atacaron con más insistencia y Mourinho dio entrada a Leonardo Spinazzola.

Jordan Veretout (73), que entró en lugar del goleador Zaniolo, y Lorenzo Pellegrini (85) tuvieron ocasiones para dar tranquilidad a la Roma. Sin embargo, los dos se encontraron con el arquero rival, Justin Bijlow.

La Roma tuvo que esperar hasta el final del partido para respirar aliviada. Pudo terminar con una celebración en una temporada en la que en la Serie A apenas pudo ser sexta.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!